Mientras la derecha lo tiene claro y distingue perfectamente quiénes son sus aliados naturales, la izquierda, haciendo gala a esa vetusta tradición cainista que la caracteriza, se despelleja a jirones sin importarle un bledo con quién se alinea para conseguirlo.
¿Alguien tiene dudas todavía de por qué a la derecha le ha ido tan tradicionalmente bien en este país?
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