Antonio Gutiérrez Molina, diputado del PP por Melilla, se ha postulado como salva patrias cum laude del reino.
Recurriendo al ya famoso y más que amortizado “España se rompe”, ha invitado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a sancionar a los equipos que disputaron la final de copa por los pitidos al himno nacional o a la figura del rey.
Gutiérrez Molina, en un alarde de sagacidad sociológica, los considera comparables a los gritos xenófobos que sanciona la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
Félix Soria lo explica de lujo en Im-pulso. La derecha de este país siempre se ha caracterizado por adueñarse de los símbolos de todos, es como si les hubieran insultado personalmente a ellos en su honra. La patria es sólo suya y sólo puede ser tal y como sólo ellos la conciben.
Además, interpretan la Constitución a su antojo y según les conviene. Es la prueba más evidente de que a ellos la Carta Magna se la rechifla, por eso no me extraña que muchos votaran incluso en contra de la misma. Es el precio que ha de pagar el Partido Popular por haberse convertido en el brasero en el que pervive el último rescoldo del franquismo.
Lo único que nos hacía falta era que no se pudiese exteriorizar la crítica a una de las instituciones del Estado, siendo además como es la menos representativa de todas ellas, ya que viene por imposición directa del dictador y su régimen.
En la Constitución lo que se prohíbe es injuriar, no el manifestar el desacuerdo de una manera legítima y democrática.
Y cabe recordarle al ínclito Gutiérrez que ninguno de los asistentes a dicho encuentro, como ninguno del resto de los españoles que no estuvieron en Mestalla, han tenido la posibilidad de decidir con su voto libre si es la monarquía parlamentaria el modelo de Estado que quieren.
Yo tampoco. De haberla tenido mi voto hubiera sido un no tan rotundo como lo fueron los pitidos de la final.
8 comentarios:
gracias por ser igual de libre que de respetuoso, Jack
megustas: gracias a ti por estar siempre ahí.
Jack,
Un día de estos me presento en tu casa y te doy un abrazo. Me alegra que coincidamos en rechazar las imposiciones ideológicas que se pintan de constitucionalismo.
Lo dicho, un abrazo.
Félix: pues bienvenido serás. Esas imposiciones de las que hablas provienen del miedo que algunos tienen a la libertad sin ambages, y el miedo nunca nos ha llevado a nada bueno.
Amén.
Tanhäuser: pues eso.
estamos todos de acuerdo.
Un besazo guapetón
S.: Gracias, otro para ti.
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