“Gente esperando, con el palo o la navaja bajo la cama para un día poder usarlos. Odios enquistados contra aquel que los delató, les impidió que tuvieran un mejor empleo o hizo que el hijo más pequeño no pudiera estudiar en la universidad. Hay tantos aguardando por un posible caos que les dé el tiempo necesario para la venganza , que desearía no haber nacido en esta época, donde sólo se puede ser víctima o victimario, donde tantos añoran la noche de los cuchillos largos”
Un texto que puede ser premonitorio de Yoani Sánchez en Generación Y. No sería la primera vez en la historia de un país que ocurre algo parecido anta la inminencia de grandes cambios.
Me entristecería y me parecería una falta de visión histórica imperdonable que el pueblo cubano se enfrascara en el oscuro terror de los cuchillos largos de la venganza. Si se produce el cambio en Cuba, como todos esperamos, tendrán que hacer como hicimos aquí; dotarnos de unas nuevas instituciones democráticas y confiar en ellas para que nos conduzcan hacia una democracia moderna sin traumas ni enfrentamientos anclados en el pasado.
Para todo lo demás existe la justicia, que ha de ser la encargada de poner las cosas en su sitio. Eso sí, que no cometan el fallo que cometimos nosotros de cerrar heridas en falso. A la memoria hay que rendirle cuentas y resetearla hasta poner su marcador a cero.
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