En Sevilla, la cultura quiere hacerse lorquiana

El otro día daba cuenta en este blog de un concepto que planteaba el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra que me había llamado la atención por lo novedoso e interesante del mismo.

Argumentaba Vázquez Consuegra que “ya que tenemos urbanizadas esas periferias, debemos hacer ciudad de ellas” y se refería a la tradicional concentración de edificios emblemáticos, monumentos y servicios en los cascos históricos de las ciudades y la necesidad de romper con esa tendencia como elemento integrador de la ciudad y sus habitantes. Extender la ciudad a su periferia es hacer más ciudad y que todos sus habitantes la sientan como tal por igual.

Ahora el Ayuntamiento de Sevilla se plantea hacer una cosa parecida con los espectáculos culturales, a raíz de una iniciativa planteada por Salvador Távora. Se trata de poner en funcionamiento un bono cultural que tendría como objetivo facilitar el acceso de la población más desfavorecida a la cultura. Y para ello, la delegada de Cultura en el Consistorio hispalense, Maribel Montaño, planteó "la necesidad y conveniencia de diversificar los espacios culturales por los distintos barrios de la ciudad y, de esta manera, descentralizarlos y facilitar la afluencia de toda la población y, dentro de esta, del sector más desfavorecido de la ciudadanía".

Sacar la cultura a los barrios y hacerla accesible a todos es crear integración en el más amplio sentido de la palabra. Facilitar el acceso a nuevas visiones e interpretaciones de la existencia a quienes están de antemano condenados a vivir desde un único punto de vista puede ser una excelente manera de multiplicar sus posibilidades. No conozco a muchos que sean capaces de permanecer insensibles ante el aporreamiento de los sentidos que provoca una buena obra de teatro.

Es lo mismo que tenía en mente Federico García Lorca cuando se pateaba el país a lomos de La Barraca.

Como él mismo dijo en referencia a los grandes autores teatrales: “Los sacamos del fondo de las bibliotecas, se los arrebatamos a los eruditos, los devolvemos a la luz del sol y al aire libre de los pueblos”.