Alberto Camacho, concejal del PP en Zurgena (Almería), se decantó primero por apoyar el discurso en plan mofa del acento andaluz de la diputada por Cataluña Monserrat Negrera, tildando de “zampabollos” a quienes la critican y dando un repaso de camino a su jefe inmediato, Javier Arenas.
Camacho, todo un lince él, veía en la estrategia de Negrera una forma irrebatible de ganar las elecciones en Andalucía, acusando a los dirigentes de su partido de estar “bien apoltronados, atornillados y soldados en sus respectivos asientos”. Toma ya autocrítica interna.
Pero, como era de esperar, la dirección del partido no tardó en dar un toque de atención al concejal díscolo. Y claro, donde dije digo ahora digo Diego. Pocas horas después, Camacho afirmó a quien quisiera oírlo que su jefe, Arenas, “está ejerciendo una oposición firme, constructiva y cercana al ciudadano como nunca antes se había visto en Andalucía frente a la política anquilosada y gris de Chaves".
Esta, y no otra, es la manera en que entiende la derecha de esta tierra el sentimiento andaluz, el de pertenencia a una comunidad con aspectos diferenciales que se remontan a los albures de la historia. Sólo lo lucen cuando les sirve para ganar elecciones, para postergarlo inmediatamente después al baúl del olvido.
La coherencia y madurez de este pueblo se manifiesta de forma clara en el hecho de que Chaves les haya ganado en todas la elecciones autonómicas. Con una oposición así todo es mucho más fácil.
Vía Diario de Sevilla
17 enero 2009
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2 comentarios:
Yo lo siento mucho, pero creo que viene siendo hora de la alternativa en Andalucía. Aunque fueran solo cuatro años y volvieran los socialistas después, pero que sirva de aviso de que esta no es una comunidad dormida y fácil. Aunque mucho me temo que no ocurrirá nada de esto mientras en la oposición, el candidato siga siendo el mismo perdedor de siempre.
A pesar de todos los logros del PSOE (que son muchos, hay que reconocerlo) seguimos siendo los últimos en casi todas las listas.
Perdona que discrepe, Pablo, pero ya he visto demasiados años, siglos, esta tierra en manos de la derecha y jamás ha estado como ahora. Eso es una realidad y hay que reconocerlo. Lo único que la derecha de siempre ha traido a Andalucía es postración y olvido y, por ahora, la única alternativa son ellos.
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