Blog Action Day. Jack Daniel’s

En el Día de Acción Blog, cuyo eje de conversación es la pobreza, no podía faltar el inspirador de este blog.

Durante mucho tiempo fui de los pocos que lo veían paseando las calles sin pausa, sin hacerse notar, señalándome con su presencia y su paso cansino la existencia de otra cara de la realidad que muchos nos negábamos a ver, quizás esperando hasta estar seguros.

Jamás he sabido su nombre, nunca lo vi conversar con nadie. Siempre arrastrando su carrito incombustible, como si fuera una lacra del destino, y con la mirada perdida en no se sabe qué punto del horizonte inalcanzable para él.

El mundo que lo rodeaba, en el que hacía inmersiones a diario, no le importaba un bledo, no despertaba su curiosidad y sus ojos se dejaban llevar por un instinto ignoto que le hacía aparentar como que no estaba, como si fuera un ser irreal que te mira siempre y nunca está presente.

Le robé muchos instantes con mi objetivo indiscreto, le arranqué trozos de vida para subirlos aquí y airearlos al mundo, muchas veces sin saber el por qué. Ahora comprendo que él sólo se exponía, se mostraba ante nosotros por si éramos capaces de ver un rastro nuestro en su figura escuálida y maltrecha. Nos enseñaba desde el silencio el trasfondo abisal de la miseria, a sabiendas que nuestros ojos eran ciegos ante tales espectáculos.

Siempre supe que era el retrato perfecto de la pobreza, pero jamás fui capaz de acercarme y preguntarle qué te ha hecho el mundo, quizás por miedo a la crudeza de su respuesta. Alguna vez defendí en este blog que hay historias que sólo tienen un lado, él es el exponente vivo de esa máxima. Y cuando lo veo pasar, atrincherado tras mi silencio cobarde, me pregunto cuántas historias me podría contar si yo fuese capaz de alcanzar la misma altura de su dignidad a prueba de bombas.