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03 julio 2008

Julio Alonso condenado

Julio Alonso, editor del blog Merodeando, ha sido condenado a pagar una multa de 9.000 euros, a hacer pública la sentencia en su blog, a retirar los comentarios de su bitácora que generaron la demanda y a pagar las costas del juicio, por vulnerar el derecho al honor de la Sociedad General de Autores (SGAE).

Lo declaran responsable, según cuenta él mismo en su blog, como una suerte de colaborador necesario de las manifestaciones vertidas en su blog que atentan al honor de la actora y que (…) no sufrieron intervención alguna por parte del demandado”.

Y desde aquí quiero decir y manifestar abiertamente, que yo también soy “colaborador necesario” de todo aquel que viene a mi blog a decir lo que piensa, libremente y sin tapujos. Porque eso es la conversación. No tengo título ni actitud de censor, por mucho que un juez pretenda imponérmelo.

Soy un ciudadano que se expresa en libertad y se hace responsable de sus manifestaciones, pero nunca seré un Torquemada que se crea en la obligación y en el vicio de reprimir las manifestaciones de los demás.

La SGAE está vampirizando toda una sociedad entera, incluida la libertad de expresión y de información, simplemente porque es incapaz de entender los cambios radicales que está sufriendo la cultura de este país. Su temor a perder un monopolio que le deja pingües beneficios económicos la hace perder los papeles de una manera escandalosa.

Y quienes se amparan en su paraguas bajo la excusa de la inviolabilidad de los derechos del creador, aquellos que viven de nuestra atención y de nuestros bolsillos, se convierten en colaboradores de esta patraña economicista que nada tiene que ver con la cultura.

Que no se llenen después la boca con la palabra universal, que no se amparen en un término al que no respetan, porque la cultura no entiende de fronteras ni de beneficios económicos. Es un bien común asociado e indisoluble a la libertad y a la gratuidad de su extensión universal, por mucho que ellos pretendan colgarle un código de barras y un PVP adosado.

Que los consumidores y difusores de cultura les pasen la factura que por sus comportamientos se merecen.

Ahora más que nunca, yo también soy Julio Alonso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de hacer una entrada en mi blog al respecto. Me parece una sentencia lamentable, como todas las que tienen por medio a la $GA€. Una violación de la libertad de expresión, y de información, en toda regla. Lo que más rabia me da, es la sensación de impotencia por ver como estos tipejos se salen siempre con la suya.

Un saludo.

Gregorio Verdugo dijo...

Con la SGAE hemos topado, demenzial