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09 julio 2008

Falaces parlanchines embusteros

No me gusta la comunicación con guión, con cauce preestablecido. No me gustan las palabras prefabricadas en un despacho con moqueta. No me gustan los verbos con marca que arrastran pingues beneficios a cuentas bancarias anónimas y sin ubicar. No me gustan los “realities” porque son puro marketing y eso no es comunicación, por más que se empeñen los publicistas en ello.

Pretenden vender como comunicación lo unidireccional, lo vertical, lo eternamente sometido a la ley de la gravedad. Pero no lo es, no cabe en el cerebro humano por más que las cifras y las audiencias se obcequen en demostrarlo.

Decía Delibes que su trabajo estaba impulsado por la obsesión por “redimir a los oprimidos”, era una comunicación clara, sin ambages. Decía lo que tenía que decir, ni una sola palabra más. Y llegaba, ya lo creo que llegaba.

Vender no es llegar. No es enternecer, emocionar, transmitir. No es comunicar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Comunicar es emitir un pensamiento a otro y hacer que éste otro lo entienda aunque a veces no esté de acuerdo con lo que le comunican. cuando el que comunica miente manipula pero comunica, esa es, por desgracia, la terrible trampa de las palabras.
Cruzar o no esa línea es lo que determina qué tipo de comunicador eres.
Un beso, Jack

Noimporta dijo...

Qué difícil es la comunicación cuando la gente no está dispuesta a escuchar a los demás.