“Censurar cada vez es más difícil en Internet”

“El periodismo ciudadano no es más que una evolución positiva de la comunicación. No tengáis miedo del periodismo ciudadano porque es lo que siempre hemos querido los periodistas y aún así, encontramos gente que todavía se queja”.

“La prensa como 4º poder está perdiendo ese poder porque ahora todos podemos informar. Tenemos las herramientas para hacerlo, sólo hay que aprender a usarlas. Cualquier medio que vosotros pongáis en marcha puede funcionar porque ahora nos escuchan. Ahora el periodismo es conversación“.

“En los últimos tiempos, por ejemplo, hablamos mucho más de censura, como si antes no existiera, pero es todo lo contrario, censurar cada vez es más difícil en internet“.

Óscar Espiritusanto, fundador y director de periodismociudadano.com, en las Primeras Jornadas de Tendencias del Periodismo Digital, de la Universidad Carlos III, sobre la “Evolución y cambios en la comunicación: el periodismo ciudadano”.

El principal mecanismo de censura en la prensa tradicional ha sido siempre la propia agenda informativa del medio en cuestión, que ha silenciado muchas noticias por intereses no siempre claros. El filtro de la prensa tradicional, la tenaza que ahogaba al periodismo, es cierto que se ha flexibilizado con la llegada de Internet y la participación de los usuarios en la elaboración de las noticias. Pero no es oro todo lo que reluce, el largamente anunciado final de la prensa tradicional todavía no se ha producido, aunque es evidente el traslado progresivo de lectores a la red. Y el periodismo ciudadano, aunque en alza, plantea todavía serias dudas, sobre todo en los profesionales de la información. Aún así, todavía hay mucha espiral del silencio en la red, mucha opinión divergente marginada, aunque no se pueda hablar de censura.

Las palabras pronunciadas por Óscar Espiritusanto en la Universidad Carlos III ponen en evidencia la dosis de temor que anida en los periodistas ante la aparición de este fenómeno informativo. Está en juego no sólo el puesto de trabajo, sino toda la carga ética y metodológica de una profesión que ella misma se encargó de dinamitar con sus prácticas durante años.

Una cosa sí parece clara, el periodismo ciudadano va a cambiar esta profesión, lo quiera o no, y va a exigir de los profesionales de la información un ímprobo esfuerzo de adaptación y el abandono para siempre de la burbuja de cristal donde parecen haber vivido hasta ahora. La gente no sólo quiere consumir noticias, ahora quiere elaborarlas, quiere conformar la agenda informativa. La información se ha socializado y no tiene marcha atrás. Todo sea por una mejora en la calidad y en su concepción como servicio público.

Podéis leer un resumen de su intervención aquí.