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10 abril 2008

Molinos de viento en alta mar

Una novedosa tecnología permitirá la instalación de turbinas eólicas en mar abierto, a unos 30 kilómetros de la costa, y ser competitivas con otras fuentes de energía. Se instalarían a esa distancia de la costa, donde la profundidad de las aguas sobrepasa los veinte metros y donde los vientos soplan con más fuerza y duran más tiempo.

Algunas empresas, como Blue H Technology y SWAY, están ya probando sistemas que han sido usados en las plataformas petrolíferas o de gas instaladas en la costa.

La turbina que experimenta Blue H p0uede ser ensamblada en tierra firme y remolcada después a mar abierto. Tiene una potencia de 80 kilovatios y posee un sensor que graba la fuerza de las olas y del viento a 10 kilómetros de la costa.

La turbina consta de dos aspas, en lugar de las tres habituales, que permiten una increíble velocidad de rotación, aunque es bastante ruidosa. El incremento en la velocidad de giro, con una frecuencia entre 30 y 35 revoluciones por minuto, proporciona el doble de rendimiento. Además, este diseño es menos susceptible de sufrir las oscilaciones que provoca la acción de las olas sobre la plataforma. Su estructura es menos pesada, 97 toneladas, 53 menos que cualquier otra máquina del mercado de igual potencia.

Su competidora, la noruega SWAY, está experimentando con una plataforma que es una especie de boya que se alza o hunde en función del oleaje. La boya es una columna de 20 metros de largo que está sujeta a un lastre de 2.400 toneladas de grava en el lecho marino.

Paul Sclavounos, ingeniero mecánico y especialista en arquitectura naval del Massachussetts Institute of Technology (MIT), afirma que ambas estructuras son viables, aunque considera que la opción de SWAY está mejor adaptada para las aguas bravas.

El mercado de las centrales eólicas en el mar podría alcanzar los 40.000 megavatios en 2020, energía suficiente como para abastecer a 30 millones de hogares estadounidenses.

Según un análisis del Departamento de Energía de los Estados Unidos, en colaboración con General Electric y el Massachussetts Technology Collaborative, los recursos de viento en mar abierto en la costa atlántica y pacífica de los Estados Unidos exceden la generación eléctrica del conjunto de la industria energética del país.

Lo que no me cuadra es lo ecológicamente viable que son tanto el ruido desproporcionado de una, como las 2.400 toneladas de grava en el lecho marino de la otra, para el ecosistema marino del lugar donde se instalen.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No le cuadra a nadie que se preocupe por saber, exactamente cuánto destrozo ocasiona una monstruosa infraestructura en el aire y en el suelo marino, ya está sobradamente demostrado el mal que ocasionan los molinos en tierra, desorientación de las emigraciones de aves, muertes en pleno vuelo, destrozos del suelo, erosión del entorno y falta de inversión en solventar esos destrozos. Sólo nos miramos el ombligo y para hoy.
Ya sabes lo que pienso sobre estos temas!

Echo en falta al Jack Daniel's indigente ... estará pasando buena feria de Abril? qué tesoros estará encontrando en su caminar?
Dále un beso

Anónimo dijo...

me sumo a tu reflexión final y al comentario de lp, creo que es un auténtico disparate para el ecosistema, se vende como energía ecológica para que quede bonito pero es más de lo mismo.

En el fondo sigue sin resultar interesante un planteamiento realmente respetuoso con el medioambiente. Cambian el nombre de las empresas pero desde luego no el concepto.

besos