Mara Conservancy gestiona uno 510 kilómetros cuadrados en la zona conocida como Triángulo de Mara y ha declarado que no puede hacerse cargo de pagar las indemnizaciones a los pastores nativos por las muertes que causan entre su ganado los leones, leopardos y demás felinos salvajes. Este hecho podría conllevar que la población aborigen decidiera matar a los felinos para proteger su ganado.
La organización contaba con un porcentaje de la entrada al parque que pagan los turistas, pero con la escasez producida a causa de la ola violencia que asoló Kenia tras las elecciones, ahora arrastra un déficit de 50.000 dólares.
Algunos masai ya han reanudado la caza de los leones y leopardos y que matan sus vacas y la tensión en las relaciones con las comunidades locales sigue en aumento. Este tipo de incidentes se cubrían con los fondos de la organización.
Ahora la situación se ha visto empeorada debido a los cortes de electricidad que hacen que el trabajo de los guardabosques se convierta en más peligroso, ya que las estaciones de comunicación y los equipos de patrulla está inoperativos 11 de cada 24 horas. Además se han tenido que suspender las patrullas nocturnas, con lo que los cazadores furtivos campan ahora a sus anchas por toda la reserva.
En resumidas cuentas, que lo tienen claro los gatitos por culpa de algo en lo que no han tenido nada que ver.
Vía BBC News
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