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15 enero 2008

¿Otra vez el cuento del lobo?


A finales del XIX, bajo la excusa de proteger no se sabe qué intereses de los residentes americanos en Cuba, arribó el acorazado Maine al puerto de La Habana. El 15 de febrero de 1898 estalló por los aires partiéndose en dos, como una astilla podrida, y arrancando 256 vidas.

Los titulares de la prensa sensacionalista estadounidense, a la mañana siguiente, apuntaron sin dudar a “un artefacto infernal secreto del enemigo”, sin que se hubiese iniciado ni una sola investigación al respecto.

Mediante la argucia de dicha falacia comenzó la Guerra de Cuba, rememorada con tristeza como “el desastre del 98”.

La táctica ancestral de intoxicar a la opinión pública para generar corriente a favor de una intervención militar, velando las verdaderas intenciones, debió quedar entonces grabada a cincel en las molleras de la clase dirigente americana, porque un siglo más tarde todavía sigue en vigor.

El ataque inexistente de las patrulleras vietnamitas al destructor USS Madox en el Golfo de Tonkin y las escurridizas legiones de armas de destrucción masiva en Irak son una buena muestra de ello.

Ahora, se repiten las patrulleras sanguinarias, esta vez iraníes, que al más leve avistamiento de un barco yanqui en la retina del horizonte, se lanzan cual capitanes sparrows del siglo XXI al saqueo y destrucción del enemigo. Y además se filma en vídeo a todo color, para más gloria de la sociedad de la información y la tecnología.

Después los iraníes, hacendosos ellos y que también filman vídeos, difunden otro que desmiente con rotundidad a quienes se suelen defender atacando, como Cruyff, y pone en entredicho su verdad esparcida por el mundo.

Y uno, que se toma muy en serio aquello de la historia, se sumerge sin bombonas en el mar de dudas que caracteriza al incrédulo y comienza a ver vídeos que se cortan al final y dejan la pantalla cerrada como una noche de invierno y voces que cambian como por encantamiento. Y, entonces, ese oleaje mareante te obliga a enfrentarte a la clásica pregunta teologal.

¿Debemos esperar una nueva guerra o, mejor, nos agarramos la cartera?

Podéis visionar los dos vídeos aquí

4 comentarios:

Anónimo dijo...

sabes que la tercera guerra mundial es la que se esta librando ya ahora? Cuantas cosas de la historia son manipulaciones y que nunca pudieron ser demostradas? a nuestro favor tenemos ahora la facilidad con que se puede grabar sobre la realidad desde muchos puntos de vista diferentes. Tal vez eso es lo que nos hace ahora dudar de lo que nuestros ancestros creyeron con absoluta fe.
No entiendo porque no tienes mas comentarios con lo interesante que es tu blog, no te desanimes y sigue publicando noticias para los curiosos que corremos por estos lugares.
un abrazo

Anónimo dijo...

"¿Debemos esperar una nueva guerra?"
respuesta: deberemos esperar que algún día llegue la paz.
-Esperanza de ilusos quizá-

besos

Azul dijo...

La guerra, juguete inventando por quienes solo desean poder y más poder, pensando que el mundo es eterno y sus recursos también...eso si es ser iluso...

Bikos mil... :)

Gregorio Verdugo dijo...

Lo que más deseo yo es que nos matemos a besos.