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03 julio 2010

Peligra la vida de Ulugbek Abdusalamov, director del diario uzbeko Didor

Ulugbek Abdusalamov, periodista de etnia uzbeka, se encontraba con un colega en la región de Osh, en el sur de Kirguistán, el 10 de junio, cuando se produjo un estallido de violencia. Ambos consiguieron regresar al pueblo de Bazar Korgan, en la región vecina de Jalal-Abad. Ante la mala situación de seguridad en el pueblo, Ambos trataron de marcharse el 14 de junio, pero su automóvil fue interceptado por unos hombres uniformados que viajaban en un jeep negro sin placas de matrícula.

Los hombres dijeron que buscaban a Ulugbek Abdusalamov y se lo llevaron. Fue recluido inicialmente en un centro de detención del distrito de Bazar Korgan. El 15 de junio, Lo trasladaron al centro de detención del Servicio de Seguridad del Estado en Bazar Korgan y, ese mismo día, lo llevaron a un centro de detención en otro distrito. El 16 de junio fue trasladado a un centro de detención de la localidad de Jalal-Abad, donde permanece recluido. Se le ha asignado un abogado de oficio.
A sus familiares les fue denegado el visitarlo, aunque les dijeron que le entregarían un paquete de comida que le habían llevado. Defensores locales de derechos humanos han confirmado que ni ellos ni su familia han podido visitarlo bajo custodia. También se teme por su salud, ya que sufrió una hemorragia cerebral en 2009 y sufre hipertensión y una enfermedad cardiaca.

Ulugbek Abdusalamov es un destacado miembro de la comunidad uzbeka en la región de Jalal-Abad, en el sur de Kirguistán, y además es redactor jefe del periódico regional uzbeko Didor (“Reunión”, en ruso). Ha sido acusado por la fiscalía de “incitar al odio étnico” en virtud del artículo 299 del Código Penal de Kirguistán, en relación con la investigación de un incidente violento ocurrido en la Universidad de A. Batirov, en la localidad de Jalal-Abad, el 19 de mayo.

Sin embargo, ese día Abdusalamov no se encontraba en Jalal-Abad, sino trabajando en la capital, Bishkek. Las autoridades también han afirmado que el cargo contra Ulugbek Abdusalamov se justifica por dos artículos publicados por él en su periódico. Amnistía Internacional ha visto ambos artículos y considera que ninguno de ellos constituye incitación al odio étnico y lo considera un preso de conciencia y pide su liberación inmediata e incondicional.

Ulugbek Abdusalamov publica artículos en uzbeko, kirguís y ruso y es un ardiente defensor de la lengua y la cultura uzbekas. Está asociado con Kadirzhan Batirov, destacada figura de etnia uzbeka y líder del partido político Rodina (“Patria”, en ruso). Los defensores locales de los derechos humanos afirman que las autoridades están actualmente atacando a los colaboradores estrechos de Kadirzhan Batirov en la comunidad uzbeka, entre ellos a Ulugbek Abdusalamov, a quien acusan de desempeñar un papel fundamental en el estallido de la violencia en junio.
Ulugbek Abdusalamov es también miembro de la Comisión Constitucional establecida por el gobierno provisional para redactar una nueva Constitución después de que el ex presidente Kurmanbek Bakiev fuera derrocado en abril tras los violentos enfrentamientos entre partidarios del gobierno y de la oposición. Realizó traducciones al uzbeko de la nueva Constitución, que luego publicó, tanto en kirguís como en uzbeko, en su periódico.
El 19 de mayo, 70 personas resultaron heridas y tres murieron durante enfrentamientos entre multitudes kirguises y uzbekas en la Universidad A. Batirov, en la localidad de Jalal-Abad. Los manifestantes kirguises se habían reunido por la mañana para protestar contra los discursos públicos pronunciados ese mismo mes por Kadirzhan Batirov en reuniones con la comunidad uzbeka. Tras la manifestación, algunos de los que habían participado en ella se dirigieron a la universidad. Por la tarde, algunas personas de la multitud empezaron, según los informes, a arrojar piedras contra el edificio de la universidad, y en ese momento la policía realizó disparos al aire. Entonces la multitud irrumpió en el edificio de la universidad y causó daños materiales. Según los informes, se oyeron disparos desde el interior del edificio.
La fiscalía de Jalal-Abad afirma que Ulugbek Abdusalamov es una de las 54 personas relacionadas con este incidente. Sin embargo, Amnistía Internacional ha recibido información creíble que indica que se encontraba en la capital, Bishkek, ese día. Según los informes, ese mismo día las oficinas de Didor fueron saqueadas, y el periódico no está actualmente operativo.
La violencia reciente que ha devastado grandes zonas del sur de Kirguistán estalló el 10 de junio con enfrentamientos entre bandas rivales de jóvenes mayoritariamente kirguises y uzbekos, unos enfrentamientos que escalaron rápidamente hasta convertirse en incendios, saqueos y ataques violentos en gran escala, incluidos homicidios, contra los distritos de Osh de población mayoritariamente uzbeka. Posteriormente, la violencia se extendió a la ciudad de Jalal-Abad y las ciudades y pueblos que la rodean. En el sur de Kirguistán reside una gran comunidad de etnia uzbeka, y esa región fue la base de poder del ex presidente.
Aunque la causa de los enfrentamientos no está clara, el gobierno provisional culpó de la violencia a los partidarios del ex presidente Kurmanbek Bakiev y a los grupos de delincuencia organizada, afirmando que su objetivo era desestabilizar la situación del país en vísperas del referéndum sobre una nueva Constitución celebrado el 27 de junio.
Se calcula que unas 400.000 personas, entre kirguises y uzbekos, huyeron de sus hogares tras la violencia que estalló el 10 de junio en Osh, Jalal-Abad y sus zonas circundantes. Unas 100.000 personas, principalmente mujeres, niños y ancianos uzbekos, buscaron refugio en la vecina Uzbekistán pero, según los informes, ya han regresado a Kirguistán. Según la ONU, unas 375.000 personas permanecen desplazadas internamente en Kirguistán.



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