Ayer, precisamente, no estaba la tarde en Sevilla para manifestaciones ni otras actividades parecidas a la intemperie. Sin embargo, alrededor de quinientos trabajadores de la empresa Transportes Urbanos de Sevilla se manifestaron por las calles de la ciudad en defensa del transporte público y de calidad.
En el trasfondo de la protesta, latía la reciente concesión por parte del Ayuntamiento de Sevilla de la explotación de la línea C7, que efectúa su recorrido por el interior del barrio de Triana, a una empresa privada y la presentación de un plan de viabilidad por parte de la dirección de la empresa que contempla la privatización de otras once líneas de Tussam, la no renovación de los contratos de trabajo a ciento cuarenta trabajadores que aprobaron su ingreso en la empresa mediante la correspondiente oposición, la congelación salarial y de la plantilla en los próximos años y la flexibilización de las condiciones de trabajo.
Un plan de desmantelamiento en toda regla que ha conseguido que los sindicatos con implantación en Tussam hayan hecho piña y estén dispuestos a defender con uñas y dientes el carácter público de una empresa que en la actualidad da de comer a casi mil quinientas familias.
La jornada de protesta no es más que la punta de lanza de lo que se prevé un calendario de movilizaciones “de menos a más”, ante la falta de respuesta por parte del Ayuntamiento y la dirección de la empresa a lo que los trabajadores consideran como un ataque directo al carácter de servicio público de la misma.
Durante el próximo mes, en el caso de que los responsables políticos de la ciudad no den visos de intención negociadora, se convocarán asambleas generales de trabajadores en las que se decidirán los calendarios y la batería de acciones a protagonizar, que no descartan los paros, e incluso la huelga si fuera preciso.
La plantilla de Tussam ha respondido masivamente al llamamiento de sus representantes sindicales, a pesar de lo poco propicio de las condiciones climáticas del día, y ha puesto de manifiesto que no está dispuesta a que se juegue con el pan de sus familias. Ahora tiene la palabra el gobierno municipal.
Más tarde subiré más vídeos e imágenes de la protesta.
El reportaje, como siempre, ha sido realizado por Jesús Rodríguez González, de Sin futuro y sin un duro, y el que esto escribe, en esa especie de maridaje periodístico que ya parece estar empezado a dar los frutos deseados. Estuvimos allí, hablamos con los protagonistas y éste es el resultado. La mojada se queda para nosotros, pero ha valido la pena.
2 comentarios:
-¿Qué pasa? Que ya ha encogido la cámara, ¿no?
-Su puta madre.
Dos magdalenas con cámaras réflex caminando por la avenida San Francisco Javier. ¿Y lo bien que nos lo pasamos?
Un abrazo, maestro.
Jesu: qué te voy a decir. Un placer poder trabajar contigo en estos andurriales.
Publicar un comentario