cabecera_tipográfica_trans

28 octubre 2008

El banquero de los pobres


 “Este sistema y sus fallas creó la pobreza y la miseria. Los pobres son tan buenos, emprendedores e inteligentes como cualquier otra persona. Solo necesitan oportunidades”

Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz, en una charla titulada “Cómo crear el mundo que queremos: un modelo de negocios diferente”, pronunciada en Expomanagement 2008 en Buenos Aires.

Yunus empezó con los microcréditos hace 30 años y hoy ya existen 7,5 millones de personas que tienen créditos del banco creado por él, el Banco Grameen (“El banco de al aldea”), en especial en los países pobres y emergentes.

Si quieres leer la crónica completa de su charla, puedes hacerlo en eblog, el blog de Leandro Zanoni

Artesanía fotográfica en Sevilla: Ilan Wolff


Si te acercas a Sevilla, aún puedes disfrutar de una exposición diferente a lo habitual. Se trata de “Camera obscura”, una muestra fotográfica de Ilan Wolff que se exhibe en el Museo de Bellas Artes de la ciudad hasta el próximo 5 de noviembre.

Wolff es un artesano de la fotografía, nunca mejor dicho, ya que sus creaciones están realizadas mediante cámara obscura y película fotográfica comercial. Sus creaciones presentan una estética intrigante, casi fantasmagórica, que a nadie deja indiferente. Los elementos que hacen distintas a estas obras son la cambiante realidad y sus luces y energías que las hacen sugerentes y evocadoras.

Se trata de una serie de personas, paisajes y escenarios urbanos construyendo imágenes que nacen de la propis energía de los elementos. En definitiva, un viaje alucinante a los orígenes de la fotografía donde la fuerza de la imagen y la metodología se tornan en protagonistas.

Así que si andáis por aquí os aconsejo que no os lo perdáis.

Vía | Absolut Sevilla

El Huerto del Rey Moro de Sevilla, un tesoro que peligra por el acoso urbanístico

Esta es la historia de un huerto medieval precolombino anclado en el corazón del casco histórico de Sevilla. Se trata del Huerto del Rey Moro, un espacio de 5000 metros cuadrados vacío y lleno de árboles y fauna, situado entre las calles Sol y Enladrillada en uno de los barrios de mayor densidad edificatoria de la ciudad, tras los Jardines del Valle.

Es el mayor espacio público no urbanizado ni mercantilizado del casco histórico de Sevilla y está vinculado a la Casa del Rey Moro, una construcción gótico-mudéjar de finales del XV. Ambos fueron declarados Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en el año 2001.

Casa y huerto han estado abandonados durante siglos y se transformaron de acuerdo con las necesidades de los vecinos. La Casa se transformó en su día en Casa de Vecinos y la huerta en lugar de abastecimiento de higos, moras, nísperos, limones y naranjas de los árboles existentes y los productos hortícolas que se cultivaron durante las épocas de necesidad, que no fueron pocas.

Los más viejos del lugar todavía recuerdan sus juegos entre los restos de acequias, pozos, aljibes y albercas que configuraban el jardín-huerta y que hoy descansan bajo un relleno de escombros que ha ido colmando y nivelando este espacio singular.

Hace ya cinco años, los vecinos del barrio decidieron acabar con este abandono y reutilizar el solar dada la escasez de espacios públicos de encuentro y trabajo en la barriada. Su constancia y sus reivindicaciones han logrado llenar de vida urbana y vecinal un jardín público abandonado a su suerte y la de los especuladores.

Como consecuencia de dicha lucha, el 15 de febrero de 2004 se inauguraba de forma vecinal la ocupación del espacio para uso y disfrute del vecindario. El movimiento vecinal, encabezado por la Plataforma “La Noria” de Amig@s de la Huerta del Rey Moro, creada por vecin@s, asociaciones y colectivos del barrio a tal efecto, se propuso la revitalización y uso de este singular espacio, presentando infinidad de reivindicaciones, propuestas y actividades a las administraciones públicas competentes (Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla).

En la actualidad el espacio se utiliza para albergar el reposo y el ocio en torno a actividades medioambientales, comidas populares, un cine de verano, jornadas infantiles de juegos, actuaciones musicales, teatrales, títeres, talleres de pintura y otras muchas propuestas que se dinamizan y toman forman a través de la Plataforma “La Noria”.

Probablemente el proyecto más importante de todos es el Programa de huertos escolares, en el que participan 500 niños de tres colegios del barrio, realizando jornadas de trabajo en torno a la cultura hortofrutícola y medioambiental. Mediante este programa se ha generado una pequeña infraestructura de huertos donde los niños aprenden a semillar, trasplantar, distinguir variedades, tratar plagas, instalar sistemas de riego y otras muchas actividades en relación a la alimentación saludable y la cultura de la huerta y los productos ecológicos. Todo ello en pleno corazón de Sevilla, en un barrio apretado y carente de espacios de esparcimiento y ocio al aire libre.

Pero esta hermosa realidad del movimiento asociativo y vecinal de mi ciudad corre un grave peligro: la planificación urbanística. La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla pretenden construir viviendas públicas y la privatización de la huerta como jardín semi-privado.

En concreto se pretenden construir dos bloques de viviendas que cerrarían la potencial permeabilidad espacial y visual de la calle Enladrillada. Hablamos de dos administraciones gobernadas por la izquierda que intentan utilizar la excavación arqueológica que pronto se iniciará como excusa para desalojar del lugar sus usos ciudadanos.

Sin embargo, los vecinos no se van a quedar quietos y ya han comenzado a movilizarse iniciando una campaña de recogida de firmas en defensa del Huerto del Rey Moro, basada en tres puntos concretos:

1.- La exigencia de que los trabajos arqueológicos y demás actuaciones por venir se hagan compatibles en todo lo posible con los usos sociales que tiene el lugar.

2.- La exigencia de que se abandone, de una vez, la pretensión de construir en este espacio libre, declarado Monumento además.

3.- La exigencia de que los gobernantes tomen en consideración y consensúen con el vecindario la planificación y ejecución de las intervenciones en sus barrios.

Si quieres solidarizarte con esta singular lucha puedes hacerlo a través de la página de Indymedia Estrecho, donde te podrás descargar las hojas para recogidas de firmas y las octavillas.

Imágenes: Federación de Arquitectura Social

27 octubre 2008

El lodo de Internet

“Internet ha abierto un espacio, un lodazal que nadie controla y creo que sería conveniente, para que no contaminara del todo el periodismo, que se controlara

Lo ha dicho Juan Cruz en una entrevista concedida a EFE en Buenos Aires.

Ya decía yo que en Internet hay demasiada humedad. Debe ser a causa del lodo.

Y también dije que me parecía que Juan cruz andaba últimamente algo pesimista. Al parecer sigue igual.

Vía | Periodismo ciudadano

Periodismo público versus ciudadano


Ana María Miralles, reflexiona en un artículo publicado en Radio Nederland sobre las diferencias y afinidades entre periodismo público y periodismo ciudadano.

“…el periodismo público surge de plantear un nuevo modo de relación entre periodistas y ciudadanos y orientado por el objetivo de construir lo público democrático y por lo tanto no depende de los soportes de esa comunicación sino de una apuesta política en sentido amplio”

Las diferencias entre ambos o de lo que carece el periodismo ciudadano:

El debate de los asuntos de interés público.

No hay criterio de lo que es de interés público (el interés general).

No es verdadera participación ciudadana.

No incide en las políticas públicas.

No se trata de medios influyentes.

No está hecho por periodistas con criterios éticos y manejo de fuentes.

En general, todo bastante cuestionable. Cuando he leído el artículo me quedado con la sensación de que algunos profesionales de la información son capaces de agarrarse a un clavo ardiendo con tal de no perder su posición de privilegio e influencia.

Es curioso que ahora que los ciudadanos han decidido tomar por asalto el lugar que les corresponde en el debate público, algunos periodistas han pasado de verlos como sus aliados  a considerarlos sus enemigos más acérrimos.

Mantener el estatus a cualquier precio, sin constara lo que demanda la audiencia y sin casi hacer autocrítica de los desmanes cometidos en nombre de la profesión no me parece la manera más adecuada de salvar al periodismo.

Por ese camino difícilmente llegaremos a ningún sitio.

Pero sobre todo me asalta una pregunta.

¿Acaso todo periodismo no es público por definición?

Imagen josesoriano.com.ar