Desde
las siete de la mañana un centenar de trabajadores se han concentrado en la
puerta de la Base Aérea de Morón antes de la hora de comenzar su trabajo para
pedir que no continúen los despidos. Entre ellos estaban algunos de los
despedidos del último ERE, en el que se echó a 66 trabajadores. El motivo de la
protesta es mostrar de forma clara su
rechazo a las medidas que desde EEUU se están intentando llevar a cabo. En
concreto dejar a una plantilla de 600 personas en 2010 en un tercio a finales
de este año, al sustituir a los trabajadores españoles por militares
americanos.
El
presidente del comité de empresa, José Armando Rodríguez, ha animado a la
plantilla "a seguir luchando por que no nos dejen sin empleo”. "El
embajador —ha añadido—, aparte de mandar a sus amigos de la HBO a buscar
localizaciones en Andalucía para la serie ≪Juego de Tronos≫, va a tener que
aguantar a los trabajadores de Morón, que es lo que tiene que hacer un
embajador: atender a los trabajadores en el país en el que el está como
representante máximo de Estados Unidos".
También
ha manifestado que “no vamos a parar de luchar, tenemos que demostrarles que no
van a poder con nosotros”, porque “no vamos a estar parados mientras los
americanos se dedican a destruir el empleo de los españoles. Tenemos muy
claro, y así lo vamos a hacer, que de aquí a finales de junio tanto la
Delegación del Gobierno como la Embajada de EEUU va a tener noticias de
los trabajadores españoles”.
Para
el representante sindical “es incomprensible y duele mucho que nos echen a la
calle y sin embargo contraten a 60 temporales para hacer el trabajo que
nosotros hacíamos”. Era el comentario que se ronroneaba entre los despedidos,
mientras amanecía en las puertas de la base americana.
En este conflicto se están viviendo auténticos dramas
familiares, padres de familia con todos los miembros en paro, que subsisten con
la prestación que le ha quedado. “Entendemos que la gente que está parada, que
está desesperada, coja ese trabajo —explica uno de los despedidos—, eso no lo
criticamos. Pero cuando te has tirado treinta años trabajando aquí y te vas sin
nada, te cuesta comprender el por qué se hacen así las cosas”.
La
información que posee el comité de empresa de dicha base es que de aquí a
octubre la plantilla podría reducirse hasta quedar sólo con 200 trabajadores. Rodríguez
ha manifestó que eso “supondría no sólo un drama familiar y laboral, sino un
drama para la propia situación económica de esta zona”.
A
las ocho menos cinco los concentrados han recogido las banderas y las pancartas
y se han incorporado a trabajar. Todos ellos en ven el futuro poco alentador y
una inestabilidad laboral, provocada entre otras, por la dejadez del Gobierno
español, que no intenta mediar para que esta situación se solvente. La próxima
cita será una concentración en la Embajada de EEUU en Madrid, y diversas
movilizaciones frente a la Delegación del Gobierno.
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