Asumir el riesgo y el golfo de Doñaña, oportunidades para Sevilla

La sala La Función estaba ayer atestada de público a las ocho de la tarde. Se iniciaba el ciclo para pensar en la Sevilla de dentro de 20 años organizado por Iniciativa Sevilla Abierta (ISA). La primera mesa, moderada por el periodista y miembro del citado movimiento ciudadano José Luis Pavón, reunió a José Domínguez Abascal, catedrático de ingeniería y secretario general técnico de Abengoa y José María Cárdenas, director de Eddea Arquitectura y Urbanismo e impulsor de la iniciativa City Thinking. El tema a desarrollar consistía en lanzar propuestas para convertir a Sevilla en una sociedad próspera y avanzada.

El riego como pilar del modelo de desarrollo

Durante su exposición, Domínguez Abascal, que definió a Sevilla como “un lugar donde tanto escasean los instrumentos que nos articulen, más allá de organizaciones de intereses profesionales, organizaciones políticas que están bastante debilitadas en su respaldo social y organizaciones socio-religiosas que tanto espacio ocupan en nuestra ciudad”, defendió que sólo podremos tener una ciudad próspera si la imaginamos como parte del mundo y buscamos nuestro lugar dentro de él. “Mirarnos sólo a nosotros mismos es el mejor camino a la decadencia”, sentenció.

En su opinión, para afrontar una situación de crisis como ésta a la que nos enfrentamos es necesario potenciar el conocimiento y la innovación para conseguir un modelo de desarrollo sostenible en un mundo globalizado. “Un modelo en el que todos los ciudadanos puedan participar, que pueda mantenerse en el tiempo de manera estable, lejos de la especulación y las urnas, y que cree unas condiciones medioambientales y un uso de los recursos naturales que pueda ser disfrutado y acrecentado por generaciones futuras”.

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