Un
grupo paramilitar colombiano denominado “Ejército Anti-Restitución de Medio
Magdalena” amenaza de muerte al dirigente sindical Juan Carlos Galvis, a dos de
sus hijos y a activistas LGBTI en Barrancabermeja, Colombia. A pesar del
proceso de desmovilización de este tipo de organizaciones que promovió el
Gobierno de Colombia en 2003, las continuas amenazas y asesinatos de activistas
de los derechos humanos demuestran que continúan actuando con total impunidad.
El
pasado 11 de julio, una defensora de los derechos humanos que trabaja para la
coalición de ONG Espacio de Trabajadores y Trabajadoras de Derechos Humanos
(ETTDH) en la ciudad colombiana de Barrancabermeja, en la región septentrional
del Magdalena Medio, encontró un sobre en su domicilio dirigido al “Sindicato
de Coca Cola Barrancabermeja”.
Ese
mismo día, un poco más tarde, tuvo lugar una reunión de organizaciones miembros
de ETTDH en la que participó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Industria de Alimentos (SINALTRAINAL), que representa a los
trabajadores de la planta embotelladora de Coca Cola. La defensora de derechos
humanos que recibió el sobre, que también participaba en el encuentro, lo
entregó a uno de los dirigentes de dicho sindicato, Juan Carlos Galvis.
Cuando
Juan Carlos Galvis lo abrió, se encontró con fotografías de dos de sus hijos y
una amenaza de muerte con el membrete del grupo paramilitar autodenominado
“Ejército Anti-Restitución de Medio Magdalena”. En la amenaza le cuestionaban:
¿sabe usted dónde están sus hijos? Y a continuación citaban los nombres de una
hija y un hijo y le daban 24 horas para abandonar la ciudad.
El
mensaje también decía que los paramilitares iban a matar a “gays” de la ciudad,
entre ellos el hijo de Juan Galvis. Los activistas LGBTI de Barrancabermeja,
que también forman parte del ETTDH, habían organizado una marcha el 5 de julio
que recibió el apoyo de SINALTRAINAL y otras organizaciones miembros del ETTDH.
Una marcha similar organizada en 2012 dio lugar a amenazas de muerte
paramilitares contra activistas LGBTI.
Juan
Carlos Galvis, que había abandonado Barrancabermeja a raíz de otras amenazas de
muerte anteriores, regresó a la ciudad hace unos meses para participar en una
campaña electoral de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
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