Mohammad Atfah, voluntario de la Media Luna Roja Árabe, fue detenido en un puesto de control en Homs, Siria, el 3 de febrero de 2013. Desde entonces se encuentra recluido en régimen de incomunicación, en condiciones que podrían constituir desaparición forzada, posiblemente en la sección de Homs de los servicios de Inteligencia Militar. Se teme que haya sufrido tortura y otros malos tratos.
Mohammad Atfah es un sirio de 20 años que colabora desde hace dos años como voluntario de la Media Luna Roja Árabe Siria, organización que forma parte de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. El 3 de febrero pasado, mientras se dirigía a su casa con un amigo, unas personas les dieron el alto en un puesto de control del gobierno en el barrio de Inshaat de Homs alrededor de las nueve de la noche.
Se cree que los captores eran miembros
de los servicios de Inteligencia Militar y no se sabe bien dónde lo llevaron
tras detenerlo. Su familia no ha recibido ninguna información sobre la
detención ni sobre el lugar donde fue recluido posteriormente.
Una fuente local afirma que unas personas que quedaron en libertad a finales de febrero tras haber estado detenidas en la sección de Homs de los servicios de Inteligencia Militar han dicho que vieron a Mohammad Atfah allí y que tenía contusiones en la cara y el cuerpo, así como otras lesiones. Al parecer no podía centrarse en nada y no respondía cuando le hablaban.
Las razones de la detención de Mohammad Atfah no están claras. Según Amnistía Internacional, no era activista político. Las fuerzas del gobierno han detenido a millares de personas desde que estallaron las protestas generalizadas en Siria hace ya más de dos años, en el transcurso de los cuales han degenerado en un conflicto armado interno en gran parte del país.
Una fuente local afirma que unas personas que quedaron en libertad a finales de febrero tras haber estado detenidas en la sección de Homs de los servicios de Inteligencia Militar han dicho que vieron a Mohammad Atfah allí y que tenía contusiones en la cara y el cuerpo, así como otras lesiones. Al parecer no podía centrarse en nada y no respondía cuando le hablaban.
Las razones de la detención de Mohammad Atfah no están claras. Según Amnistía Internacional, no era activista político. Las fuerzas del gobierno han detenido a millares de personas desde que estallaron las protestas generalizadas en Siria hace ya más de dos años, en el transcurso de los cuales han degenerado en un conflicto armado interno en gran parte del país.
Mohammad
Atfah trabaja en un restaurante de su ciudad, Homs, donde, en el marco del
conflicto armado interno que se desarrolla en Siria, se han producido intensos
combates entre las fuerzas del gobierno sirio y las milicias afines a él,
conocidas shabiha, y los grupos armados de oposición. Las fuerzas del gobierno
han matado o atacado indiscriminadamente a civiles en bombardeos aéreos y de
artillería, llevado a cabo ejecuciones extrajudiciales y detenido a millares de
personas, mucha de las cuales han sufrido
tortura y otros malos tratos.
Amnistía Internacional ha documentado anteriormente abusos contra los derechos humanos perpetrados por las fuerzas del gobierno o afines a él contra personas heridas y trabajadores de la salud. Muchas de las víctimas habían atendido a personas heridas sin informar de ello a las autoridades para impedir que esas personas fueran detenidas y sometidas a posible tortura. Amnistía Internacional conoce los nombres de más de 1.000 personas que se cree que han muerto bajo custodia de las fuerzas de seguridad sirias desde el comienzo de las protestas, casi 500 de ellas sólo en 2012.
Amnistía Internacional ha documentado anteriormente abusos contra los derechos humanos perpetrados por las fuerzas del gobierno o afines a él contra personas heridas y trabajadores de la salud. Muchas de las víctimas habían atendido a personas heridas sin informar de ello a las autoridades para impedir que esas personas fueran detenidas y sometidas a posible tortura. Amnistía Internacional conoce los nombres de más de 1.000 personas que se cree que han muerto bajo custodia de las fuerzas de seguridad sirias desde el comienzo de las protestas, casi 500 de ellas sólo en 2012.
Aunque la gran mayoría de los abusos contra los derechos humanos documentados
por Amnistía Internacional han sido obra de las fuerzas armadas del Estado y de
las milicias shabiha, también
los grupos armados de oposición han cometido abusos, entre ellos tortura y
homicidios de miembros de las fuerzas de seguridad y de las milicias shabiha
capturados, secuestros y homicidios de personas que prestaban o parecían
prestar apoyo y colaboración al gobierno y a sus fuerzas y uso de civiles como
rehenes con los que negociar en intercambios de prisioneros.
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