Le enorme concentración de la riqueza –y por lo tanto del
poder- en tan sólo el 1% de la población mundial está consiguiendo globalizar
la miseria. Casi sin darnos cuenta, estamos volviendo a la época de la lucha de
clases, aquella guerra desigual a la que el pueblo renunció por conseguir el
soñado Estado de Derecho que hoy se empeñan en destruir. Han roto todos los
pactos y todos los consensos y lo han hecho unilateralmente y a base de
imposiciones. Están sembrando el mundo de desigualdad, marginalidad y exclusión
social ante nuestras narices. Y si protestamos nos recetan lo de siempre:
represión.
A mí cada vez me suena más esto a un terrible deja vu. Pero está en nosotros abandonar
la zona
de la muerte.
1 comentario:
Pronto sobrarán/emos millones de pobres. Ufff... no quiero ni pensarlo, me da mucha grima.
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