A la vista de cómo se están poniendo las cosas con el cruce de acusaciones entre los dos únicos partidos con posibilidades reales de hacerse con el gobierno de la nación tras las elecciones del próximo 20-N, la Educación y la Sanidad tienen todas las papeletas de convertirse en las estrellas indiscutibles de la inminente campaña electoral que se avecina. En especial la primera de ellas, que ha desembocado ya irremisiblemente en lo que bien podríamos denominar “la batalla de las aulas”.
Tanto PSOE como PP se han empeñado durante los últimos días en convertir la Educación en arma mortífera con la que fulminar al adversario. Los socialistas acusan a los populares de imponer drásticos recortes en Educación en las comunidades en las que gobiernan, especialmente en Madrid y Castilla-La Mancha. Los populares se defienden argumentando que no son recortes, sino simples medidas de austeridad. Al mismo tiempo los docentes de dichas comunidades riegan las calles de protestas ante lo que denominan como un ataque inmisericorde contra la calidad de la enseñanza pública y una disminución considerable de los puestos de trabajo.
En la otra orilla del río, un irreconocible Javier Arenas, candidato del Partido Popular a la presidencia de la Junta de Andalucía, jura y perjura a los cuatro vientos que la Educación es una de las tres cosas que no se tocan y acusa a la Junta de haber aplicado recortes en la materia por un montante superior a los mil millones de euros.
En medio de la balacera, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, que pide a las Comunidades Autónomas que, si tienen que ajustar sus presupuestos, prioricen las partidas de Educación, algo que curiosamente coincide con lo expresado hace pocos días en Sevilla por el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
La reacción del PP no se ha hecho esperar. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha pedido públicamente la dimisión del ministro por “alentar” huelgas contra el Partido Popular, y el vicesecretario de Comunicación de dicho partido ha argumentado que en Andalucía hay profesores con 21 horas de clases y colegios sin pupitres y no hay huelgas.
El patio (del colegio) anda revuelto, como es fácil comprobar, algo significativamente triste al tratarse de un tema de especial trascendencia para el país y su futuro como tal. Si en alguna materia no debiera tener cabida el oxímoron ésa es la Educación, de cuyo funcionamiento eficaz y de cuya salud depende el futuro de las próximas generaciones de españoles. Pero en campaña todo vale y lo que hoy es azul mañana al alba es rojo y viceversa, sin que nadie llegue a rasgarse las vestiduras por ello.
En vista de lo cual he realizado una simple comparativa entre seis Comunidades Autónomas, gobernadas tres por cada partido contrincante, con los datos que proporciona al respecto el Anuario Estadístico de España 2011, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, con datos referentes al curso 2008-2009.
Las comunidades seleccionadas son Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, dirigidas por el PSOE y Madrid, la Comunitat Valenciana y Galicia gobernadas en dicho período por el Partido Popular. Que sean los datos los que pongan un poco de cordura y bastante de análisis en este galimatías, para que el lector pueda hacerse su propia visión de la realidad.
Gasto Público en Educación
Durante el curso escolar 2008-2009, el gasto por habitante de cada Comunidad Autónoma en educación varió desde los 809 euros de la Comunidad de Madrid hasta los 942 euros empleados de Extremadura. Andalucía se quedó en 892 euros, mientras Castilla-La Mancha empleó 932, Valencia 920 y Galicia 914.
Becas
Las becas que se conceden en cada comunidad oscilan entre las de una por cada diez habitantes de Andalucía, Extremadura y Madrid y las de una por cada 16 y 26 habitantes de la Comunitat Valenciana y Galicia. Castilla-La Mancha tiene una ratio de una beca por cada 32 habitantes.
La cantidad invertida en las ayudas al estudio fluctúan entre los 53 y 50 euros por habitante en Extremadura y Andalucía y los 33, 34 y 36 euros por habitante de Galicia, Valencia y Madrid respectivamente. El coeficiente menor de inversión en becas se lo lleva Castilla-La Mancha con 31 euros por habitante.
La media de la cuantía de las becas concedidas es un abanico variopinto cuyo extremo menor es el de Madrid, con 447 euros de media, y el mayor Galicia, con 1.658 euros de media. Extremadura y Valencia tienen una media de alrededor de 700 euros por beca, Andalucía 932 euros y Castilla-La Mancha una media de 1.543 euros.
Educación infantil
En lo referente a las unidades escolares existentes en esta etapa se dispara el dato de que Galicia dispone de una por cada 814 habitantes, mientras que Madrid baja el ratio a cada 433 habitantes y Andalucía a cada 491. Castilla-La Mancha, Extremadura y La Comunitat Valenciana presentan cifras intermedias que oscilan en una unidad escolar alrededor de cada 600 habitantes.
De dichas unidades, entre el 71 y el 84 por ciento son públicas en las comunidades gobernadas por los socialistas, mientras que en las que están bajo la responsabilidad de los populares, el porcentaje baja al 40 y al 63 en Madrid y Valencia y la excepción del 74 % en Galicia.
En lo relativo al alumnado en esta etapa de la enseñanza, están matriculados en centros públicos entre el 71 y el 80 por ciento en las comunidades gobernadas por el PSOE y entre el y entre el 50 y el 70% en las dirigidas por el PP.
Educación Primaria
En esta etapa de la enseñanza la ratio de centros públicos oscila entre el 79 y el 85% en las tres comunidades del PSOE y entre el 56 y el 74% en las del PP. Cabe destacar aquí que en la Comunidad de Madrid, el 45% de los alumnos de Primaria están matriculados entre centros concertados y privados.
La ratio menor la ostenta Extremadura, con un centro público por cada 365 habitantes. Le siguen Castilla-La Mancha con 377 y Andalucía con 437. Madrid cuenta con un colegio público por cada 740 habitantes, Valencia cada 533 y Galicia cada 545.
El porcentaje de alumnos que promocionan de ciclo en esta etapa educativa varía desde el 45,5 y el 45,9 % de Valencia y Madrid, hasta el 47,5 de Andalucía y Castilla-La Mancha y el 47,8% de Galicia. La palma se la lleva Extremadura, con un 49,5% de alumnos que promocionaron.
Educación Secundaria
En lo referente a la ESO, el porcentaje de alumnos que promocionaron oscilan entre el 72,3 y el 75,2% de Valencia y Andalucía, el 78,6 y el 79,6% de Castilla-La Mancha y Extremadura y el 80,5 y el 82,5 de Madrid y Galicia.
Los porcentajes en bachillerato disminuyen ostensiblemente en todas ellas. Castilla-La Mancha se estanca en el 65%, mientras Madrid y Andalucía no llegan al 70% de alumnos que concluyen los estudios. Tan sólo Extremadura, Valencia y Galicia sobrepasan esa cifra, sin que ninguna de ellas logre alcanzar el 75%.
Formación profesional
En este apartado los porcentajes se despeñan en todas las comunidades referidas, no llegando ninguna a alcanzar el 35% de alumnos que concluyen el Grado Medio y prácticamente igual en el superior salvo en el caso de Madrid y Galicia, que obtienen un 36 y 37% respectivamente de alumnos que lo finalizan con éxito. Porcentajes de todas formas demasiado paupérrimos para lo que se supone que es la herramienta educativa por excelencia para combatir los elevados niveles de paro juvenil que padece el país.
3 comentarios:
Muy buen post Gregorio,
pero he echado en falta otros datos que quizás son los que haya que tener también en cuenta. No solo podemos evaluar el gasto, sino que debemos estar atentos a los resultados que obtenemos.
Tasas de abandono escolar, número de universitarios, número de titulados en FP, profesionales que trabajan en su sector, profesionales que emigran a otras comunidades.
Que se gaste en educación es siempre bueno. Siempre, que este gasto este justificado en objetivos cumplidos por supuesto.
En este sentido, ¿estamos haciendo bien los deberes en Andalucia?
Un saludo!
@Ferdulo: Fernando el post es sólo una comparativa, no es un análisis exahustivo comunidad por comunidad y está hecho sólo con los datos del Anuario Estadístico. Es cierto que habría que hacer un estudio detallado de lo que se hace en Andalucía. De momento, a pesar de la diferencia entre ambos modelos, si te fijas bien verás que tanto los porcentajes de gente que promociona en primaria y en secundaria, como los que finalizan los ciclos de FP son bastante parecidos, y los de FP especialmente bajos. Esto me hace pensar, que además de la gestión es posible que estén fallando otras cosas que tienen más que ver con el modelo de sociedad que estamos construyendo.
Un saludo.
¡Enhorabuena! Me ha parecido un artículo muy interesante.
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