Temprano en la mañana de un sábado nublado y con ese bochorno pegajoso típico de finales del verano sevillano arrancó la Conferencia Política del PSOE de Sevilla en el hotel NH Central Convenciones. Más de medio millar de asistentes se dieron cita allí para elaborar propuestas de cara a la ciudadanía que pasen a engrosar el programa electoral con que la formación concurrirá a la próximas elecciones general del 20-N. Por encima de los debates que se desarrollarían en las mesas de las ponencias, una anhelo común que se repetía como un mantra en las bocas de los concurrentes; aplazar para otro momento más idóneo la forma de organización interna, el modelo de partido.
Se recibieron más de doscientas aportaciones en torno a los cuatro ejes de trabajo propuestos: un nuevo modelo de relaciones con la sociedad, la transición hacia un nuevo modelo económico, un modelo de gestión municipal más eficiente y los compromisos con los derechos sociales y la igualdad. Fueron las cuatro arterias sobre las que satelizaron los debates durante una conferencia coordinada por Javier Fernández de los Ríos y presidida desde la mesa por Juan Espadas, portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Sevilla.
La jornada de trabajo, que se prolongó hasta más allá de las dos y media de la tarde, pretendía establecer “un nuevo camino de cambio social y económico”, echando la mirada atrás a la debacle electoral de las últimas municipales y autonómicas. Los socialistas, que dicen haber escuchado a la ciudadanía, pretenden “desafiar estos momentos de dificultad” profundizando en sus “valores y principios” y buscando una “mayor complicidad y cercanía con la gente”.
La idea es ofrecer un perfil nuevo, transformado tras el análisis de las causas que llevaron a la pasada derrota electoral, y con un discurso que pretende acercarse aún más a quienes entonces los abandonaron a la hora de depositar su voto. Un empeño que se antoja difícil, según pronostican los sondeos.
En pleno proceso de configuración de las listas de cara al 20-N y con los cabezas de lista de la provincia ya designados de antemano, lo prioritario ahora es llevar propuestas novedosas a la conferencia nacional de finales de mes. La repetición de nombres ya consagrados del socialismo en su composición se defiende de cara a la galería como un compromiso de los mismos con el partido y con los ciudadanos. Sin embargo, como en casi todo, la procesión siempre va por dentro y hay quien ve en la cacofonía elementos que sólo son entendibles en clave interna de partido. El socialismo se mueve en un giro constante sobre sí mismo, aunque de cara al exterior se intente minimizar, buscando acoplarse lo mejor posible a los nuevos tiempos que vendrán, que se esperan duros y difíciles como pocos.
El discurso inaugural corrió a cargo del presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del socialismo andaluz, José Antonio Griñán, que apostó por transformar una “realidad que no nos gusta” en una sociedad que “ha abandonado las formas asociativas tradicionales”. Por ello instó a los suyos a convertir “el malestar social en objetivos y en propuestas”.
Durante su intervención tuvo repetidas alusiones a una derecha que lo único que se dedica es a “transferir recursos públicos al sector privado” y que ha convertido el déficit en “su coartada” para llevar a la práctica su programa oculto “por la puerta de atrás”. En la parte final de su intervención, Griñán enarboló un mensaje destinado a levantar la moral de la militancia ante el arduo trabajo que se le avecina; “levantemos los brazos y a ganar”, concluyó. Trabajo desde luego no les va a faltar.
Algo muy parecido se le escuchó durante el acto de cierre de las pasadas municipales. Por muchas estrategias de disfraz de novedad que se intenten, hay cosas que siempre serán así. Y Griñán lo sabe mejor que nadie.
1 comentario:
Puaggggggggggggggggggggg!!!!!!!
Griñán el fracasado
Y Espadas el aprendiz de alcalde.
¿Alguien da meno?
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