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01 marzo 2011

En los ERE alguien ha puesto el queso al alcance del ratón

La dimisión de todos sus cargos orgánicos en el PSOE del ex delegado de Trabajo, Antonio Rivas, a causa de su imputación en el caso Mercasevilla, ha provocado el más que previsible aluvión de declaraciones de los dirigentes del partido sobre la ejemplaridad de la decisión y la falta de correspondencia en casos similares del Partido Popular. Cosa que, por otra parte, no deja de ser cierta.

El presidente de la Junta de Andalucía y secretario general, José Antonio Griñán, no ha tardado en afirmar que Rivas “ha asumido su responsabilidad y me parece perfecto”. Por otro lado, la secretaria de organización del partido en Andalucía, Susana Díaz, ha mostrado “respeto a su decisión de pretender no erosionar al partido”, porque entiende que “va a defenderse mucho mejor al margen de la militancia”. Incluso el candidato a la alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, ha calificado la decisión como “correcta”. El único que ha optado por no pronunciarse al respecto ha sido el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, que ha dado la callada por respuesta.

Quizás, como consecuencia de esa unanimidad en la valoración, se ha optado porque el abogado del PSOE retire la acusación de “cohecho” y la cambie por la de “estafa frustrada”. Si bien es cierto que la propia juez, en su auto de procesamiento, reconoce que los indicios contra Rivas son “débiles”.

Ahora bien, la dimisión de Rivas no debe entenderse como una depuración de las responsabilidades políticas que se derivan del caso Mercasevilla y de su prolongación en el de las prejubilaciones fraudulentas. Si me apuran ha llegado diez meses tarde y mal, porque la responsabilidad política es evaluada por los ciudadanos y hace ya bastante tiempo que este caso levantó la alarma social.

La responsabilidad política concierne a las relaciones verticales de poder, porque es la que tiene todo político respecto de cualquier cosa que suceda en su área de poder directo, incluso en el caso de que no haya intervenido directamente en ello. Para localizarla tendríamos que dirigirnos justo debajo de la cúspide del poder y un poco por encima de las áreas de ejecución.

Aunque estamos acostumbrados a que sólo en casos muy graves afecte a la cúspide misma del poder, ya que el sistema favorece siempre la estabilidad del vértice de la pirámide, y a que descargue la responsabilidad política sobre las primeras líneas de las jerarquías de implementación.

Pero este no es el caso. Antonio Rivas se podría considerar un integrante de esa primera línea de ejecución que ha pagado su error con la entrega del cargo. Hasta ahí nada que objetar. Sin embargo el desarrollo de la investigación del caso ha propiciado que su escalafón jerárquico haya sido ampliamente rebasado.

A estas alturas nadie medianamente sensato se creería que las responsabilidades políticas de este caso, dada su envergadura, se delimiten a una delegación de Trabajo. Máxime cuando hay implicado todo un ex director general de Trabajo de la Junta de por medio. Por lo tanto es más que probable que esta pieza se entregue para intentar aminorar el aluvión de críticas que asolan a los socialistas.

Sin embargo, lo nuevos datos y nombres que van surgiendo a medida que se profundiza en la investigación hacen suponer que es necesario apuntar más arriba, sobre quienes no han cumplido correctamente con su responsabilidad “in vigilando”, aquella que establece que una persona es responsable de los actos que realiza otra sobre la que tiene un especial deber de vigilancia.

Ese tipo de responsabilidad política todavía no se ha depurado y, lo que es peor, no parece por ahora que el PSOE esté muy dispuesto a llevarla a cabo, dada su actual posición de enroque al respecto. Hasta que eso no se ponga en práctica, lo que se hace son brindis al sol que no aportan nada.

Porque alguien ha de ser el responsable de que un señor que, presuntamente, hace un mal uso de una ingente cantidad de dinero público se haya colado en la Junta y permanecido en el cargo más de una década. Algún responsable ha de haber de poner el queso al alcance del ratón.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Todavía no se han dirimido las responsabilidades judiciales cuando algunos en este pais ya exigimos, y con antelacion, las topicas responsabilidades politicas. Los politicos son, parece ser, los unicos que sin ser condenados por los tribunales deben dejar de trabajar para la sociedad aplicandole la doctrina preventiva, es decir, aquella que ya ha emitido la sentencia condenatoria antes que el propio juez, pues es de todos conocido que la justicia es la que se propaga en los titulares de algunos medios informativos. Todos los que acuden a un tribunal en defensa de justicia dicen lo mismo, " queremos que se haga justicia", pero la gran mayoría ya lleva prefijado en su cerebro el tipo de justicia que desearian, em muchos casos por encima de la sentencia de los jueces. ¿ Debe el jefe de traumatología dejar sus responsabilidades medicas por una mala praxis de un medico a su servicio? o ¿ debe el guardia civil ser cesado porque el BMW que pasó por delante suya 10 Km mas adelante provocó un accicente? Si aplicamos en ambos casos el concepto in vigilando la respuesta es afirmativa, pero en todo concepto hay un limite, una linea que no debe ser rebasada, porque el control absoluto no exite, pues cuando un cura es condenado por pederastía ¿ Es el obispo responsable? ¿ Y si es un obispo, el Papa? Por eso, la tan llamada responsabilidad politica debe asumirse cuando la condena es firme, cuando ha sido acreditada la culpabilidad del sujeto en los actos que le imputan.Discrepo de las afirmaciones de los dirigentes del PSOE. Griñan dice que ha asumido su repsonsabilidad ¿ Qué reponsabilidad? Susana Diaz dice que va a defenderse mejor al margen de la militancia ¿ es la militancia un agravante para su defensa? Espadas dice que es correcta ¿ Es incorrecto seguir perteneciendo al partido y con reponsabilidades organicas por estar imputado por algo que todavía habrá que demostrar? Nada con las la asuncion de responsabilidades politicas, eso sí, esperemos que no le exijan las teologales si les tuviere.

Gregorio Verdugo dijo...

Anónimo: estupendo, alguien nombra, y no precisamente por oposición, a un tipo que se dedica a hacer u deshacer a su antojo con setecientos millones de euros de dinero público pagado por todos los ciudadanos, beneficiando curiosamente a un montón de "camaradas" del partido que le contrata con unas estupendas jubilaciones fraudulentas que ya quisieran para sí la inmensa mayoría de los trabajadores de este país, y aquí nos quedamos como si no hubiera pasado nada, ¿no?
Claro, toda la culpa sobre los cuatro chorizos, que cada vez se van acercando ya a la cincuentena por cierto, y los responsables de que es4e tipo esté en la administración y tenga a su alcance tales cantidades de dinero para hacer lo que le dé la gana de rositas.
Viva Disneylandia y sus leyes universales, amigo. Porque eso sólo ocurre en este país.

Anónimo dijo...

Pues un tipo que durante varios años ha sido capaz de pergeñar tal plan, engañando a todos, debe ser entrevistado por Eduard Punsent en su programa de Redes, porque si no no me explico cómo fondos que son legales se convierten en ilegales de la noche a la mañana, porque lo que aquí se debate no es la licitud de los fondos sino la incursión de personas ajenas a estos fondos, lo cual nos lleva a colegir que han sido los controles lo que ha fallado pero ¿ hay alguna denuncia de algun partido politico diciendo que los controles eran insuficientes? del PP me extraña, pues ya sabemos que el caracter liberal de su tropa le impide exigir controles gubernamentales, !son liberales!, y que se conozca no existe pregunta en el parlamento andaluz de nadie respecto a la duda del procedimeinto regulado en los eres. Por eso, el concepto in vigilando tambien es aplicable a todos los diputados andaluces, pues seria más escandaloso que algun diputado tuviese dudas sobre el procedimiento y se callase. Pero hay que esperar a la justicia.

Gregorio Verdugo dijo...

Anónimo: nadie ha dicho que sea tonto, desde luego. Pero sigo pensando que las responsabilidades políticas ha de depurarlas el PSOE y la Junta, las penales las dejamos para el juez. Creo que es de la única manera que se gana credibilidad de cara a la ciudadanía.