Trincar del dinero público es hasta honroso, según de quién se trate

Algo muy parecido se podría deducir de las declaraciones de Guillermo Gutiérrez, ex Consejero de Empleo de la Junta y ex Vicepresidente de Tussam por obra y gracia del Alcalde, difundidas esta mañana por la Cadena Ser de Sevilla en relación con el escándalo de las prejubilaciones fraudulentas en los ERE de la que fue su consejería. Aquí el que no se retrata es porque no quiere.

Demos un repaso a los hechos con los datos que se conocen hasta ahora. Un ex Consejero de Empleo, igual que él y del mismo partido por más señas, firma con el ex Director General de Trabajo, que Guillermo Gutiérrez nombró en su etapa de consejero, un procedimiento para subvencionar ERE para prejubilaciones en empresas en crisis que se salta a la torera, según un informe de la policía judicial, los controles de fiscalización habituales en las administraciones públicas.

Tal procedimiento pone en manos del ex director general de Trabajo la nada despreciable cantidad de más de 650 millones de euros, que se pueden utilizar sin control ni fiscalización alguna. El mismo director general lo califica como “fondo de reptiles” en su declaración ante la policía, por mucho que ahora pretenda justificarse diciendo que fueron palabras mal interpretadas de una “charla coloquial” con los agentes. Al parecer, este señor todavía no se ha enterado de que con la policía, cuando se trata de una investigación judicial, no existen las charlas de ese tipo.

El escándalo destapado es de unas dimensiones extraordinarias y salpica ya a dos administraciones tan importantes como la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Que se sepa, han sido detenidas once personas, miles de documentos incautados, decenas de empresas investigadas y las dos entidades mediadoras en los expedientes registradas por la policía judicial.

Durante las investigaciones realizadas, además de nombres desconocidos entre los beneficiarios de las falsas jubilaciones, aparecen nombres de militantes, ex alcaldes y altos cargos, todos de su mismo partido, que presuntamente se beneficiaron con cantidades astronómicas en prejubilaciones fraudulentas. Analicemos algunos de ellos.

Antonio Garrido Santoyo, ex secretario del PSOE de Baeza (Jaén), fue introducido por Fernando Mellet, ex director general de Mercasevilla, en el ERE del mercado central de abastos de 2007, cuando no había trabajado nunca en la empresa. Por tal motivo, Mellet fue detenido esta misma semana y puesto en libertad con cargos.

María José Martínez Elvira, número 8 de la lista del PSOE en las municipales de 1999 en Torredonjimeno (Jaén), figura como prejubilada a los cuarenta y dos años en una empresa en la que jamás trabajó y ha percibido la cantidad de 109.050 euros en el ERE de la empresa Hytemasa. Se da la circunstancia de que esta señora es la esposa de Luis García de los Reyes, actual secretario de administración y organización de la UGT en Jaén, sindicato donde también ha militado el ínclito Guillermo, por cierto.

Juan Lanzas, llamado “el conseguidor”, también militante de la UGT, y su mujer, que ha sido detenida por un delito de estafa. Este matrimonio cobró 360.000 euros del ERE de Hitemasa (antigua Intelhorce). La señora de Lanzas tampoco había trabajado nunca para esa empresa.

Rafael Rosendo, ex alcalde de El Pedroso y militante del PSOE, prejubilado irregular detectado en el ERE de la empresa Cydeplast.

Alejandro Millán, militante del PSOE de la misma localidad de El Pedroso y prejubilado irregular detectado en el ERE de la empresa Graficromo.

Juan Rodríguez Cordobés, ex delegado de Asuntos Sociales en Sevilla, jubilado irregular detectado en el ERE de la empresa Calderinox.

También se sabe ya que en los ERE de las empresas Bonpunt y Cash Lepe se han detectado 12 y 8 prejubilados irregulares en cada una de ellas respectivamente.

Incluso el actual Consejero de Empleo, Manuel Recio, ha asegurado hoy ante los medios que ni teme ni deja de temer que sus antecesores en el cargo “salgan salpicados” y ha anunciado que la Junta reclamará judicialmente el dinero “indebidamente utilizado”. “Si hay personas que se saltan los controles, -ha dicho- hay que perseguirlas y ponerlas en manos de la justicia caiga quien caiga”.

Ante la contundencia de los datos y las cifras aparecidas, -y no están todos, porque todavía pueden haber más sorpresas en el transcurso de la investigación-, viene ahora este abogado del diablo de última generación llamado Guillermo Gutiérrez a hacernos tragar la píldora de que se trata de “una forma de solidaridad mal entendida con dinero público”. Como si la solidaridad tuviese algo que ver con el robo descarado. Se ve que mucho, lo que se dice mucho, este tipo la verdadera solidaridad no la ha practicado. De otra forma no se entiende tamaña confusión.

Pero, por si fuera poco, esta mañana se deja caer en la Cadena SER con que con esta gente “hay que ser duro exigiendo responsabilidades, pero comprensivo con la persona que se equivoca”, en lo que ya se ha convertido en una lección magistral de ética política y personal que sin duda pasará a la historia.

Y eso lo dice la misma persona que a raíz de la huelga en Tussam de 2007, cuando ocho trabajadores de la empresa fueron detenidos y procesados por causar daños materiales en propiedades públicas valorados en aproximadamente 100.000 euros de los que posteriormente fueron absueltos por la justicia, se despachó en los medios tildándolos de “kaleborroca”, “secuestradores”, “bastasunos” y otras lindezas por el estilo, motivo por el cual está imputado por un delito de injurias.

A lo que se ve, la comprensión tampoco es una virtud que este tipo haya practicado lo suficiente, a no ser que vaya ligada al color del carnet del partido que se guarda celosamente en la cartera. Algo apretada sí que la tiene. Si en el código penal estuviese recogido del delito de “apología del mangoneo”, a partir de hoy Guillermo Gutiérrez tendría seguro una nueva imputación.