Daniel Basteiro
“Ahora sabemos, gracias a un micrófono abierto, que Camps cree que gana más votos despreciando a la prensa que respondiendo a sus preguntas, como hacen el resto de los políticos para, además de colocar su propio mensaje, contribuir al derecho a la información del ciudadano. El ejemplo más claro de este desprecio es Canal 9, la televisión pública donde la palabra “trajes” todavía no ha sido pronunciada. Desde luego es muy llamativo que una persona que es capaz de someterse a unas elecciones libres y obtener el apoyo de cientos de miles de ciudadanos se niegue durante cuatro años a responder a muchos de esos ciudadanos, que leen periódicos y escuchan la radio, cuando le preguntan por lo que les interesa por boca de un periodista. Pero todavía más llamativo es que lo haga a menudo con total impunidad y con rivales políticos que en privado le ríen las gracias, como también hemos descubierto.
Los valencianos deberían parar esta perversión de la democracia legitimada hasta ahora por las urnas. Los medios, presentar el retrato más fiel posible de quien aspira a representar a millones de personas burlándose de su derecho al control de la política. Porque en un país con libertad de prensa, para conquistar dos tercios de un parlamento hay que trabajar muy duro. Porque en un país sin ella, votar se convierte en un ejercicio vano y sin fin alguno.”
Más en “Recuerdos, señor Camps”.
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