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16 marzo 2010

El peligro de defender los derechos humanos en Irán

A las diez de la noche del pasado 2 de marzo, tres agentes de seguridad irrumpieron en la casa de Mahboubeh Karami, activista de los derechos humanos de las mujeres en Irán, la registraron, confiscaron algunos objetos personales y se la llevaron detenida a la prisión de Evín, en Teherán.

Karami es miembro fundador desde 2006 de la Campaña por la Igualdad, una iniciativa que pretende acabar con la discriminación de las mujeres en la legislación iraní. La activista está expuesta a sufrir malos tratos y torturas.

Su hermano Mohsen ha declarado a la Agencia de Noticias Activistas por los Derechos Humanos, sitio web de una organización iraní independiente de derechos humanos, que en la orden de detención se la acusaba de disturbios y “participación en reuniones”, acusaciones infundadas, según sus palabras, porque su hermana “pasó gran parte del año pasado cuidando de su padre enfermo”.

Mahboubeh Karami ha sido ya detenida cuatro veces por acusaciones similares y en todos los casos estuvo recluida varios días antes de ser puesta en libertad y de ser absuelta de todos los cargos.

Su detención forma parte de una oleada de detenciones de defensores de los derechos humanos, periodistas y activistas políticos que se vienen produciendo desde el aniversario de la revolución iraní, el pasado 11 de febrero, y que ser ha intensificado desde comienzos de marzo.

La Campaña por la Igualdad, conocida como “Un millón de firmas”, es una iniciativa popular de defensa de los derechos de las mujeres que tiene como objetivo el poner fin a la discriminación de las mujeres en la legislación iraní. Comenzó en agosto de 2006 para recoger un millón de firmas de ciudadanos y ciudadanas iraníes para pedir la reforma de la legislación que las discrimina.

Desde entonces, se ha detenido por sus actividades a más de cincuenta miembros de la misma, entre otros Alieh Eghdam-Doust, que cumple en la actualidad una condena de tres años de prisión por su participación pacífica en una manifestación en 2006 que pedía la igualdad de derechos de las mujeres.

En agosto de 2009 se inició una serie de “juicios mediáticos” de personas detenidas tras las cuestionadas elecciones presidenciales de junio, en los que el movimiento de defensa de los derechos de las mujeres fue acusado por el fiscal de ser parte de una “revolución de terciopelo” dirigida a derrocar al gobierno de Irán. En dichos juicios señalaron a Noushin Ahmadi Khorassani, Parvin Ardalan y la Premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi como líderes de secciones del movimiento.

La estudiante Somayeh Rashidi, también miembro de la campaña, estuvo detenida en la prisión de Evín desde diciembre de 2009 a febrero de este año. A partir de octubre del año pasado, numerosas activistas de la campaña comenzaron a recibir citaciones y algunas fueron detenidas. Posteriormente fueron puestas en libertad y se les prohibió viajar al extranjero.

También cinco miembros de la organización iraní de derechos humanos Comité de Reporteros por los Derechos Humanos están detenidos desde finales de diciembre. Tres de ellos ha manifestado a su familia que están recibiendo presiones durantes los interrogatorios para que admitan las denuncias formuladas contra ellos, por las que podrían ser acusados de moharebeh (enemistad con dios) y ser castigados con la muerte.

Y otra ONG iraní, Activistas por los Derechos Humanos, ha denunciado que durante el 2 y 3 de marzo, las fuerzas de seguridad irrumpieron en las casas y lugares de trabajo de veintinueve de sus miembros y practicaron quince detenciones, en lo que consideran una nueva campaña de represión de sus actividades pacíficas.



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