El Financial Times ha realizado una dura crítica contra el gobierno de Zapatero por la Presidencia española de la Unión Europea. Esto no pasaría de ser una mera anécdota a no ser por la reacción que ha provocado entre los patriotas de letra pequeña, los que se llenan la boca de España, salvo cuando hay otros intereses más prioritarios en juego.
Así las cosas, me asalta una duda sobre muchos de los que hoy lanzan alaridos al cielo como estos.
Y la duda no es otra que si muchos de ellos, si no todos, no reproducirían literalmente portadas como la que sigue de haberse producido semejante ataque a la imagen de la patria en una época similar a aquel lejano 1946, cuando España caminaba agobiada a causa de un fuerte bloqueo internacional debido a la condena del régimen de Franco por la Resolución 39 de la ONU.
Hasta Franco se vio obligado a ejercer de periodista en el diario Arriba, firmando artículos bajo el seudónimo Jakim Boor (nombre españolísimo donde los haya, por cierto), en los que responsabilizaba a la masonería de la conspiración contra la patria.
Lo más probable es que buena parte de ellos se encontrase en la Plaza de Oriente aquel diciembre de 1946, cuando el patriotismo era cosa seria.
Al menos el diario ABC tiene la decencia de poner a disposición de quien quiera una excepcional hemeroteca que nos permite ahora realizar sin dificultades estas insignificantes comparaciones históricas. Y eso le honra.
Cosas de esa ciencia incierta denominada españolismo.
4 comentarios:
¿ Para cuando la presidencia europea del Estado del Vaticano?
Anónimo: me imagino que para el más allá.
Menos mal que pese a quien pese y a quien duela el Sr. González que si es un apellido muy español de esos de andar por casa, un día nos metió en la UE y algunos sentimos que ya no estabamos solos frente a ciertos afanes golpistas o golfistas, lo demás es política, buena o regular y se hace lo que se puede pero mejor sin fronteras o por lo menos lo más difusas posibles.
bss
una europeísta y ha ser posible universalísta convencida
i met you: pues sí, duela a quien duela, que son bastantes, por cierto.
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