La tragedia del terremoto de Haití ha conmocionado el desembarco de la nueva década en todos los niveles. El periodístico no iba a ser menos. Los medios, ante una nueva catástrofe de dimensiones extraordinarias vuelven a cometer los mismos fallos de siempre, las mismas aberraciones. El periodismo sufre un grave problema de fondo de difícil solución. Es como el vicio manido de una vieja rueda que se desgasta inexorablemente con el transcurrir del tiempo.
De lo visto y leído estos días sobre cómo están lo medios cubriendo la tragedia me quedo con dos apreciaciones.
“Durante los próximos días se contarán historias de sufrimiento y se volverá a hablar de que la esperanza de vida bajo escombros es 72 horas y llegarán después los milagros inexplicables. Pero no pasará mucho más antes de que toda la atención que se centra en Haití se marche como un circo ambulante a otro lugar. Setenta y dos horas es también el plazo en el que los medios aguantamos hablando de las mismas cosas.”, de Ramón Lobo en “El terremoto de Haití, medios y estadísticas”.
Y esta otra, “El lugar elegido es el estacionamiento de la morgue de Puerto Príncipe y el concurso parece que consiste en premiar a quien consigue meter a más muertos en la foto.” de Gonzalo Peltzer en “Es al revés”.
Ambas nos invitan a reflexionar sobre lo que está sucediendo y cómo lo estamos haciendo. Y nos vendría muy hacerlo.
10 comentarios:
Es la parte negativa de esta 'era' de la alta velocidad,todo pasa delante nuestro muy deprisa, hemos pasado por arte del progreso a que las historias duran menos que 72 horas y ademas no nos preguntamos qué fué de ello unos meses más tarde,lo archivamos en el cajón 'desastre'
la atención del lector, del televidente, del oyente, la atención no nos dura, no interesa que dure por demasiado tiempo, eso daría tiempo a hacernos preguntas y lo que es peor a cuestionarnos que lo hacemos mal.
Alguien debería hacer un cambio en los medios, seguir una noticia en la que se implica tanto sufrimiento y tanta miseria para tantisimos miles de personas, seguirla hasta el final aunque dure años hacerlo.
Sólo cuando alguien o algun poder se siente observado cada día por los medios procura no pasar de todo, ejemplos hay muchos Jack, todos volveriamos a creer que el periodismo puede hacer mejorar lo que no funciona bien para el pueblo.
megustas: estoy completamente de acuerdo, lo que ocurre es que en este tema cabe la pregunta del millón: ¿quién le pone el cascabel al gato?. Los medios parecen no estar por la labor, tienen su tiemplo más que ocupado en servir otros intereses más rentables, y quienes están dispuestos a hacerlo no tienen medios para ello, ni materiales ni editoriales. Nos deberíamos plantear seriamente si de verdad queremos una información válida y veraz y qué estamos dispuestos a hacer para obtenerla. Ése es un debate apasionante que pronto tendremos que abordar lectores y periodistas, establecer una especie de pacto que sirva para que se elabore la información con seriedad y rigor y al gusto y con la agenda que los lectores decidan. Y serán los lectores mismos quienes tendrán que implicarse para que los periodistas dispuestos a realizarla puedan contar con los medios necesarios para ello.
Por ese sendero quiero encauzar mi carrera periodísta si tengo suerte y lectores que me ayuden a lograrlo. Pero no todavía, primero he de aacabar este año la licenciatura.
Victor Casas Mendoza: es lo que trato de destacar, no me parece el tratamiento más adecuado.
Yo estoy muy de acuerdo con las dos observaciones hechas.
Pero cómo se muestra una tragedia así.
Cómo se muestra la muerte sin muertos...
Qué te parece que Utoi haya muerto? y que 10 miembors de soitu desambarquen en elpais.com? no lo ves como un fracaso?
¿De qué nos sorprendemos? ¿Cómo llegamos ahora a la conclusión de lo perdido que andan los medios de comunicación, y lo que es peor, muchos periodistas -este tema sería bueno abordarlo en algún momento- en esta vorágine "desinformativa" que a diario nos acosa? Es hora de que analicemos el papel que juega el periodismo y los medios de comunicación en la "dirección de conciencias", ya se sabe, por eso de que lo escrito...etc., y su puesta al servicio de los grandes grupos informativos, que no olvidemos, siempre tienen detrás a un partido polítivo al que aupar.Hemos de reivindicar el periodismo "indepenciente" -dentro de la imparcialidad que se puede tener cuando se está vivo y se tienen ideas-, si no, esta digna profesión quedará enormemente desprestigiada. Saludos.
Raúl Masa: supongo que atendiendo a criterios meramente informativos. Y, lo más importante, no hacer que estas gentes sean sólo visibles en la prensa cuando ocurren las tragedias. Ya de antes Haití era un infierno insoportable.
Carlos: lo de Utoi era la crónica de una muerte anunciada, estaba claro que sin financiación y con Soitu cerrado lo suyo era la prolongación de una lenta agonía.
En cuanto al desembarco de parte del equipo en El País, es cuestión de supervivencia, los periodistas deben seguir trabajando y ganándose la vida, es la ley natural.
Soitu tuvo grandes aciertos y cometió grandes errores, pero lo hecho ahí queda. No lo considero tanto un fracaso como más bien la elección de una compañía no demasiado adecuada.
Manuel: no puedo estar más de acuerdo con todo lo que has expuesto. El problema está en cómo estructuramos el periodismo independiente, cómo lo financiamos.
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