El Alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, compareció ayer en un desayuno celebrado en el hotel Alfonso XIII y se sometió a las preguntas de cuantos allí se encontraban presentes.
Resulta curioso porque el acto pareció un cierre de filas en torno a su figura, que no está pasando por su mejor momento, después de que el día anterior el alcalde se reuniera con sus concejales fieles en el restaurante 5 Jotas próximo a Plaza Nueva. Y lo más curioso es que estuviera escoltado no sólo por el equipo de gobierno en bloque, sino incluso por algún miembro de la Ejecutiva provincial como Susana Díaz.
Pero lo que más me llama la atención del caso es el tono de algunas de las respuestas del alcalde a las preguntas formuladas.
Cuando se le inquirió sobre cómo le gustaría ser recordado, respondió:
-Por mi honradez, con eso me conformo. Me doy por bien pagado si es así cuando llegue la hora, claro.-
Y al ser cuestionado sobre la candidatura socialista de cara a las próximas municipales, tras espetar que "no es el momento; ya llegará la hora de hablar de ello", no dudó en señalar:
-Sea quien sea, estoy seguro de que el programa del PSOE beberá de lo que hemos hecho.-
Es obvio que el alcalde está preocupado por la deriva que están tomando los acontecimientos. En los últimos tiempos se habla más del Ayuntamiento por los escándalos que salpican a personas que han estado muy relacionadas con él que por los proyectos que pone en marcha, que no son pocos. No me extraña tal preocupación, no es lo mismo meter la pata, como él mismo reconoce, que meter la mano. Tras tres legislaturas consecutivas timoneando la ciudad y haber capitaneado una de las mayores trasformaciones en la historia de Sevilla no sería la mejor manera de abandonar el barco. Quizás tampoco la más justa.
Y también es de destacar ese cambio repentino en lo referente a la posibilidad de su cuarto mandato. Hasta ahora parecía tenerlo claro y decidido. De sus palabras de ayer se puede deducir que incluso se está planteando dejar la puerta abierta para que sea otro quien ocupe dicho lugar. Nada está clarificado en este aspecto y todo es posible todavía.
Pero sí hay una cosa que es segura: aún queda casi año y medio para que llegue ese momento. No sería mala idea que el alcalde, además de impulsar los proyectos que están pendientes para que lleguen a tiempo a buen puerto, dedique parte de su tiempo y sus energías en rectificar aquellos errores que él mismo reconoce que ha cometido. Nunca es tarde para ello y sería una forma digna de cerrar una gestión que, desde mi punto de vista, tiene más luces que sombras con diferencia.
Quizá sea el momento de que el alcalde muestre su lado más humano y se reconcilie con la ciudadanía a la que ha capitaneado durante tantos años en aquellos aspectos en los que, por el motivo que sea, no se ha hecho en su momento todo lo que se requería hacer. Tal vez muchos de esos ciudadanos esperan dicho gesto.
Tampoco le vendría nada mal, mientras se dilucida quién será el próximo candidato socialista a la alcaldía, dedicarse a disfrutar de los muchos y variados acontecimientos que se están produciendo en esta ciudad, para liberarse de la presión de los problemas.
¡Alfredo, vente al EBE y ejerce de bloguero!
2 comentarios:
La respuesta de “-Por mi honradez, con eso me conformo. Me doy por bien pagado si es así cuando llegue la hora, claro.- da la dimensión del problema de la corrupción en los políticos. Hay un miedo escénico de en qué momento me imputaran a mí, no ya por haber cometido algún delito, sino solo por haber ejercido como gobernante y por ello estar en el punto de mira de la oposición y de los grupos de presión mediática. Hemos llegado a una situación en la que prevalecen los más incapaces, los inmensamente corruptos han copado las instituciones, justo lo contrario de lo que se exige en una democracia innegable o verdadera. Hace falta que las personas mejor preparadas, los notables, los más experimentados decidan poner a disposición del resto de la sociedad sus conocimientos y su talento. Basta de palabras, hay que pasar a la acción, si hay alguien que se siente atrapado pero tiene los cojones suficientes para dar el paso hacia adelante que lo diga fuerte y claro, seguro que va a encontrar más apoyos de los que se imagina. Haría un gran favor en comenzar a regenerar la democracia. Salud Grego.
Enrique: yo me apunto desde ya, hace más falta que nunca.
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