“Me han abierto una puerta que estaba cerrada. Llevo meses viviendo con el miedo de volver a Marruecos y por primera vez siento que puedo tener un futuro junto al padre de mi hijo”
Fátima, la mujer marroquí embarazada de un joven hindú a la que las autoridades españolas habían denegado su petición de asilo, podrá permanecer en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) hasta que obtenga respuesta a la nueva solicitud de asilo que acaba de presentar su abogada.
Fátima corría el peligro de volver a Marruecos tras haber sido amenazada por su propia familia, ya que el artículo 39 del Código de Familia marroquí prohíbe el matrimonio de una musulmana con un hombre de otra confesión religiosa. Además, allí ser madre soltera es un delito y te puede caer hasta un año de cárcel.
La campaña de apoyo puesta en marcha, la difusión de su caso por Internet y otros medios, así como las organizaciones y la gente que se han sumado a la campaña han conseguido la proeza.
A veces, un simple clic puede significar la apertura de una puerta a la esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario