Probablemente no te agradará saber que la pasada semana las fuerzas de seguridad de Guinea Conakry asesinaron a más de 150 civiles, abriendo fuego contra una protesta pacífica por la democracia. Tampoco te gustará saber que las mujeres fueron violadas y atacadas con bayonetas si intentaban huir. Tan sólo pedían poder elegir a quien les gobierne.
La violencia contra la población fue brutal. Un testimonio recogido por la organización Human Rights Watch narra: "Vi a los Boinas Rojas (una unidad de elite dentro de la junta) atrapar a algunas mujeres que estaban intentando huir, arrancarles las ropas e introducir sus manos en sus partes íntimas. Otros golpeaban a las mujeres, también en sus genitales.... las mujeres gritaban".
La condena de la comunidad internacional a la violencia y la exigencia de la celebración de elecciones libres se la trae al pairo a la junta militar, que se ferra al poder como un clavo ardiendo, mientras el ejército da muestras más que evidentes de que está actuando por su cuenta.
Todo apunta a que la situación se está convirtiendo en una espiral de violencia entre facciones rivales que puede desembocar en un contragolpe militar de imprevisibles consecuencias y que amenazaría la estabilidad de toda la región.
El líder militar de Guinea, Capitán Moussa Dadis Camara, que alcanzó el poder a través de un golpe militar el pasado año, prometió permitir elecciones democráticas en el transcurso de un año. Sin embargo, tras meses de tensión ha retirado su promesa.
El pueblo de Guinea ha sufrido 50 años de dictaduras brutales y corruptas. Decenas de miles de civiles que participaron en las marchas de la semana pasada clamaban por el fin de la dictadura y se manifestaban en contra de su candidatura en las elecciones.
AVAAZ.org está recogiendo firmas para entregar una petición a los líderes europeos y africanos durante las reuniones fijadas para el mes de octubre. Se trata de exigir a la Unión Africana y a la Unión Europea que revoquen los visados e impongan sanciones bancarias al régimen para que permita una transición democrática y pacífica.
¿A qué esperas para echar una mano?
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