Protestas antiglobalización invisibles

“Existe una globalización de capitales y bienes (los nuestros), es cierto. No tanto de personas, aunque se nos cuelan por miles en pateras y camiones frigoríficos y una vez aquí les encontramos utilidad en trabajos a destajo y mal pagados en la construcción y la agricultura. Pero existe sobre todo una globalización masiva del hambre (mil millones de seres humanos), de las injusticias, de la pobreza, de los malos tratos, de la explotación infantil y de la indignidad de un mundo a demasiadas velocidades.
Hay espacio para la protestao y para el enfado, también para otra izquierda. El discurso a contracorriente casi nunca sale en televisión y cuando se emite viaja a bordo de un contenedor de basura en llamas en dirección a unos policías antidisturbios o con imágenes de Noam Chomsky de la mano de Hugo Chávez, un tipo capaz de decir cosas inteligentes de la forma más estúpida.”

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Tiene razón Ramón. De las diferentes protestas de los grupos antiglobalización que han habido, la prensa sólo ha dado cuenta de las que han acabado en enfrentamientos con la policía. Los tipos apaleados y los contenedores volcados venden mucha más que una información bien elaborada.

Hace mucho tiempo ya que Carlos Capote me explicó que, cada vez que se produce una cumbre mundial de este tipo, un buen número de organizaciones celebran una cumbre alternativa donde no hay enfrentamientos con la policía de turnos, ni palos, ni carreras, ni rostros ensangrentados. Sólo encuentros pacíficos de personas que no están de acuerdo con las crueldades que lleva adosadas el sistema y se reúnen para discutir ideas y proponer alternativas.

Esas cumbres rara vez dan para un titular o una información en profundidad. Los medios suelen ignorarlas con la misma facilidad que se hace invisible a un africano mientras vive y se le saca en portada cuando su cadáver yace expuesto en mitad de una calle polvorienta cualquiera. A lo mejor es que lo que le falta a esos encuentros es una mano de pintura de sangre.