“La TDT está aprobada. El PSOE, con su líder. Los lectores de El País desconfían de su diario y algunos incluso le comunican a la Defensora del Lector el fin de su fidelidad. La difusión de El País baja como nunca. Público aspira a convertirse en el diario de gran parte de los desencantados y El Mundo recibe oxígeno para unas cuentas maltrechas mientras intenta digerir la compra de Recoletos y una expansión en la televisión digital (Veo TV) aún incierta, como el resto de las nuevas cadenas que no tienen, por ahora, derechos suficientes para una apuesta de pago o de televisión de amplia audiencia.
La prensa española vive malos momentos, como en el resto del mundo. Y en los últimos años la televisión y la aventura de la concentración multimedia tienen buena parte de culpa. Los políticos siguen controlando las licencias, las subvenciones y el poder de las televisiones públicas, que aumentan su déficit a cuenta de los impuestos de los ciudadanos.
Política, diarios y televisión. Mala mezcla. Para la credibilidad, la información y la democracia.”
Más en “Pelea de diarios y políticos por la TDT”.
A El País se le está viendo demasiado el plumero con este asunto y lo puede pagar muy caro donde más le duele; en la pérdida de lectores. La soberbia les impide reconducir la situación y cada vez que se profundiza más en el asunto florecen las contradicciones que hacen que la píldora que quieren vender no se la traga nadie.
Mejor les valdría rectificar y reconducir el asunto, es decir, reconocer que tienen los intereses que todos saben que tienen y que han pillado una rabieta infantil porque el gobierno no los ha satisfecho.
Al menos nadie les cuestionaría la credibilidad que ahora tienen por los suelos.
Ya ni los defensores de El País como mito periodístico pueden evitar rendirse ante la realidad. Como bien se dice, Público puede sacar mucho partido de la situación, pero creo que su oferta informativa no encaja con la de un periódico líder. Ya se sabe, una cabecera de masas debe descafeinarse un poco, pero tiempo al tiempo...
ResponderEliminarGabriel: El Mundo también anda frotándose las manos y es una pena porque en El País hay muy buenos profesionales, de los mejores.
ResponderEliminarEntre su giro ideológico y sus recientes subidas de precio, El País se está ganando muchos 'amigos'. Espero que se den cuenta pronto porque lo de la Defensora del Lector de ayer no se puede repetir.
ResponderEliminarGabriel: más que la defensora del lector, ejerce de defensora del periódico.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo ;)
ResponderEliminarNi los editoriales son la biblia, ni los medios tienen una feligresía en exclusiva, más allá del "hábitus" de cada cual, siempre modificable. Pecan de soberbia, como los brujos cuando son discutidos, lo que les lleva a perder los papeles. Así pierden la careta y se despojan de lo que de verdad los lectores aprecian: su honradez a la hora de interpretar el discurso con el que comulgan sus lectores. ¡Lástima!
ResponderEliminarAnónimo: no puedo estar más de acuerdo. Es una verdadera lástima, pero es así.
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