“En un país civilizado, el señor Camps y sus allegados estarían ahora buscándose la vida fuera de la vida pública. Ellos mismos habrían reconocido que no se puede mentir a los ciudadanos, o su partido les habría puesto de patitas en la calle, etc. Pero no, prefirieron montar el numerito. Y ahí ya… adiós a toda decencia.”
[…]
“Ese político caradura no tiene vergüenza. Otro pícaro que anda suelto. ¿Hay que decirlo? Pero tampoco la tienen los medios que han sesgado su información, unos a arrojando tinta de calamar y otros dando el delito por cometido. Dañan la credibilidad del periodismo, sí, pero sobre todo dejan a los ciudadanos desasistidos y sin referencias. Desconfiados.”
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Yo sigo pensando que, a pesar de todo lo que explica Gonzalo con bastante razón, el auto en sí es una indignidad judicial.
2 comentarios:
la verdad es que los políticos cada vez caen más bajo... nos aburren con declaraciones que nadie se cree y de todo son capaces de hacer circos mediáticos...
Olgah: tienes razón y, además, la situación que se está creando me preocupa, porque cada vez veo menos presencia del Estado de Derecho, tanto en las instituciones como en la sociedad misma.
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