No hay un sólo ciudadano en este país que haya sido detenido alguna vez en su vida, sea por el motivo que sea, que no haya sido tratado con tanta exquisitez formal, con tanta delicadeza y deferencia por parte de los policías que lo detienen.
Por eso tiene toda la razón la plana mayor del Partido Popular. Porque si a cualquier chorizo, estafador, maltratador, o criminal, a la hora de practicar su detención, no sólo lo esperan a que haya calzado las mejores galas disponibles, le faciliten un lugar donde acicalarse antes de comparecer ante el juez (preferiblemente el de los policías, que el de los presos huele que apesta) y lo conducen sin esposar a las dependencias del juzgado, independientemente de que después sea declarado inocente o culpable de lo que se le acuse, ¿por qué iba a ser diferente con los presuntos delincuentes del Partido Popular?
Y si no que hagan una encuesta entre quines hayan pisado alguna vez un "punto cero".
Si es que este país es de locos.
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