Lo que os traigo aquí está sucediendo aquí mismo, ante nuestras propias narices, en una ciudad llamada Melilla y perteneciente al Reino de España.
Es el impresionante trabajo de un periodista como la copa de un pino, Francisco J. Serrano, que decidió abandonar la ciudad de Melilla tras la realización del mismo, probablemente por vergüenza torera.
Como él mismo cuenta en uno de los vídeos, “es, simplemente, lo que nunca me dejaron contar” después de un año de trabajo en soledad, porque ningún medio de comunicación ha querido difundirlo a pesar de su calidad y hondura. Afortunadamente, todavía nos queda Internet para dar eco a estas voces y difundir estos hechos.
Me ha llegado a través de ese blog que cada día se hace más imprescindible en mi cabecera de lecturas obligadas como es Periodismo + Derechos Humanos, un blog que se empeña, y ya lo creo que lo consigue, en mostrarnos un periodismo diferente, donde el hecho noticioso es el ser humano y sus derechos como tal, un periodismo que cuente las historias desnudas de los padecimientos de nuestros semejantes allá donde ocurran para que nos lleguen y no podamos utilizar aquella vieja táctica de mirar hacia otro lado para lavar nuestras conciencias.
El documental es largo y fenomenalmente trabajado, pero os aseguro que merece la pena no perderse ni una sola coma.
Espero que lo disfrutéis.
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