Es el argumento que ha esgrimido Pilar Yarza, presidenta de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), para rechazar la respuesta que ha obtenido del gobierno a su solicitud de ayudas para la prensa.
Ya he dicho en varias ocasiones que, en mi opinión, las ayudas con dinero público para la prensa no serían más que otra mordaza para la libertad de expresión, máxime cuando en esta ocasión supondría que la prensa cayera en bloque en manos de los políticos.
Pero es que el argumento de la señora Yarza cae por su propio peso. ¿Un sector garante de derechos y libertades? A la última campaña electoral, tan reciente, me remito. ¿Dónde ha estado el análisis riguroso de los males que aquejan a Europa y las propuestas para solucionarlos de los diferentes partidos? ¿Dónde el debate político en profundidad, en vez del circo de aberraciones e insultos que nos han ofrecido?
Si los partidos deciden no hablar de política, de problemas y posibles soluciones, durante la campaña electoral, y apuestan por convertirla en una verbena de verborrea y espectáculo barato y banal, ¿por qué otorgarles voz desde los titulares? ¿Es ése el servicio a los derechos y las libertades? ¿Es el mejor servicio para los ciudadanos?
Me parece que Pilar Yarza anda muy desorientada siguiendo la brújula errática de sus intereses particulares.
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