"El Gobierno tiene un problema indudable de gestión del optimismo. Por querer ver hierba donde los demás sólo veían tierra ha terminado por ver tocada su credibilidad."
Con este juego de palabras rebosante de preciosismo define Iñigo Sáenz de Urgate el ya cansino ver la botella medio llena del gobierno con respecto a la crisis que padecemos. Y no le falta razón.
A fuerza de ser imaginativos y no llamar al pan, pan y al vino, vino, este gobierno pasará a la historia como el que batió el récord de eufemismos políticos, con tal de no reconocer una realidad cuyas raíces se han extendido ya por todo el subsuelo de las tierras hispanas.
A este paso, cualquier día nos retransmiten en directo y vía satélite la inimaginable trayectoria espacial de un burro volador.
Mejor que nos coja confesados.
1 comentario:
Hola:
Justamente lo que hace falta es gestionar el optimismo a todos los niveles.
Esta es mi propuesta en
http://gestiondeloptimismo.blogspot.com
¡Te invito!
Cariños
Marita
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