La pobreza es causa y consecuencia de violaciones de derechos humanos y tiene responsables.
“Exige Dignidad” es una campaña orquestada por Amnistía Internacional para movilizar a las personas a que presionen a los Gobiernos, organismos internacionales y empresas y conseguir que rindan cuentas por los abusos que generan o agudizan la pobreza.
Movilízate para liberar a los presos de la pobreza, y exigir dignidad para todas las personas.
Excelente vídeo. Logra traansmitir lo que se propone.
ResponderEliminarSaludos.
Excelente vídeo. Logra transmitir lo que se propone.
ResponderEliminarSaludos.
Rudy Spillman: la verdad es que es muy bueno, me alegro que Amnistía Internacional haga cosas así.
ResponderEliminarUn saludo.
El video me ha parecido muy bueno. Ese tipo de iniciativas que tratan de mejorar las cosas, son fantásticas y merecen el apoyo de todo el mundo.
ResponderEliminarGracias Silvia, yo también creo que estas movilizaciones sirven para algo.
ResponderEliminarLos responsables de la pobreza son principalmente los políticos.
ResponderEliminarEn los paises en vías de desarrollo hay mucha corrupción y la vida del ser humano no tiene valor. La población lo asume y su estructura social se ha adaptado a vivir con este tipo de barbaridades por lo que allí se ve normal.
Este tipo de campañas no creo que sirva de nada porque no cambian nada a corto y medio plazo. Los pobres siguen siendo pobres. Es un video hecho para el primer mundo y limpiar nuestras conciencias. Al final no resuelve nada a las victimas de todo ello.
Asesor: estoy de acuerdo en que los responsables son los políticos y en que la población de los países en desarrollo ya tiene más que asumida esa estructura social que acepta la corrupción como parte del sistema. Podría ser aplicable incluso a nuestro país con lo que está sucediendo ahora mismo.
ResponderEliminarPero no comparto la segunda parte de tu comentario. Este tipo de campañas está hecho para el primer mundo, es cierto, pero porque es en el primer mundo donde hay que concienciar a la gente de que se pueden cambiar las cosas. No se trata de limpiar nuestras conciencias, sino de agitarlas. Porque los cambios que consigamos hacer aquí pueden tener una repercusión definitiva en el tercer mundo. Somos nosotros los primeros que tenemos que cambiar para que ellos tengan una posibilidad de hacerlo después.