El cine recibió en 2008 más de 76,3 millones de euros en subvenciones y ayudas públicas, es decir, pagadas con el dinero de todos.
Cuando te descargas una película debería entenderse como una manera lícita de recuperar parte del dinero aportado por los ciudadanos para sostener una industria que es cada vez más de todos.
¿Cómo puede haber ilegalidad ahí, si ni siquiera nos cobramos los intereses como los bancos?
La ministra SGAE, a la que seguro también le habrá llegado algo de subvención para alguno de sus proyectos, debería entenderlo así. Pero como en casi todo, aquí pesan más los intereses de unos cuantos que los de la mayoría.
Lamentablemente, así es como algunos entienden la democracia.
2 comentarios:
La subo a menéame Jack, que me parece digna de difusión. Un saludo y espero que estés pasando una agradable Semana Santa.
Daniel: gracias, no va mal la semana santa, la verdad.
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