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17 diciembre 2008

¿Un mayo del 68 2.0?

Foto: Soitu

Parecen ser aguerridos guerrilleros urbanos que planifican sus emboscadas con lucidez de bandolero, sin obviar un solo detalle. Los medios pierden el tiempo en etiquetarlos como anarquistas, antisistema o autogestionarios.

Ellos se dedican a asistir a las revueltas, embozados o enfrascados en cascos de motoristas, perpetrados para la batalla.

Los campus de las universidades se han convertido en sus cuarteles generales y desde su atmósfera asfixiante de sabiduría organizan y perpetran sus avanzadas con cócteles molotov y proyectiles de diversa procedencia.

Los medios, siempre defensores del orden que les da de comer, los atacan sin denuedo, llamándolos vándalos y talibanes, pero ellos no cesan en su empeño. Quieren que su protesta sea escuchada, quieren cambiar el mundo y están decididos a no reparar en esfuerzos para conseguirlo.

No os estoy relatando ninguna crónica atrasada de una jornada cualquiera del mayo del 68 francés, no. Es lo que está ocurriendo ahora mismo en Grecia, en pleno corazón de la Unión Europea y de Occidente.

Son cientos de jóvenes inconformistas con el sistema capitalista a los que se les ha quedado corta una manifestación de protesta tradicional.

Es lo que Gustavo de Arístegui, profesor de Ciencia Política, denomina “la multinacional del terror” en su libro “Contra Occidente”. Sin embargo ellos arremeten contra todo y expresan su deseo irrenunciable de acabar con la hegemonía de los medios de comunicación burgueses y terminar con la desinformación.

No se trata de unos parias cualquiera, sino que forman parte de un movimiento perfectamente estructurado, cuyos cabecillas tienen un buen nivel educativo. Algunos incluso dan clases en universidades de renombre.

Su poder de convocatoria instantáneo ha sorprendido a muchos, sin embargo, cuando te detienes a averiguar sus técnicas de movilización, descubres que las nuevas tecnologías son fundamentales. Se comunican por SMS y por correos electrónicos que reenvían masivamente para dotar de un amplio eco a las convocatorias. Las redes sociales y los grupos creados en su seno se han convertido en sus nichos de conspiraciones y los blogs en lugares mediante los que transmitir las consignas y protestas. También ocupan estaciones de radio locales o montan las suyas propias. Es la manifestación más inequívoca que jamás he visto de una revolución 2.0. El nuevo mayo del 68 francés virtualizado.

Al parecer, pertenecen a la llamada Generación Y, la que nació a partir del año 1980, mileuristas en su mayoría que se encuentran con un escenario permanente de empleo precario y de poca calidad, sin apenas esperanzas. No tienen dificultad alguna en identificar con facilidad a su enemigo como la banca, las empresas y los estamentos políticos corruptos y se enfrentan a ellos desde sus organizaciones “virtuales”, sin orden jerárquico y planas. Arrimando el hombro todos a una. Por eso son instantáneas las convocatorias y por eso son imprevisibles.

Un quebradero de cabeza constante del orden establecido y un montón de horas extras y esfuerzo para la policía.

El inconformismo hecho realidad. Definitivamente, debajo de los bits hay playas caribeñas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué razón llevas.

Y para variar, en países a priori con sistema democrático, unos tapan bocas y etiquetan como les interesa esos movimientos y acciones (no justifico el vandalismo, pero si escucharan a la gente por otros medios y no dieran largas, no se llegaría a ciertos extremos) y otros los vendidos a los gobiernos como ciertos medios, pues dan el apoyo radicalizando.

Tal como va la cosa, se va formar y gorda. Y como siempre, los malos seremos los mismos de siempre. Simplemente por hacernos escuchar a las bravas visto que por las buenas no hay más que o largas o buenas palabras muy bien aprendidas pero que no solucionan nada.

Yo no soy de tanta revuelta, ni tanto radicalismo... digamos físico. No sirvo para eso ni lo comparto. Pero en palabra e instrumentos a mi alcance no me corto ni un pelo. Y por mi parte estoy esperando a las próximas elecciones, que mi voto no se lo llevará ninguno.

Esto necesita un buen bofetón sin manos YA. Visto que ya tienen encima la espada de Damocles de la economía y el bolsillo, y siguen obcecados en no querer ver los errores que han ido cometiendo en 20 escasos años. Que todo lo poco bueno que había ganado y hecho se lo han cargado entre unos y otros (y no niego que la gente, los trabajadores también tenemos mucha parte de culpa).

Tenemos lo que queremos y tienen lo que quieren. Pero ahora lo único que falta es que reviente ya el gigante con pies de barro que han ido alimentando, y tenga que comenzar todo de cero, con ideas nuevas y evitando los errores del pasado.

O al menos eso espero.

Gregorio Verdugo dijo...

undesastredeblog: coincido contigo, esto no puede seguir así. De todo esto ha de salir un nuevo tipo de relaciones sociales, algo que oxigene a la sociedad y la haga más justa, transparente y al alcance de todos.