Desconozco si, cuando los periodistas informaron sobre el fenómeno de la deslocalización de la mano de obra en las grandes multinacionales, fueron capaces de imaginarse que dicho fenómeno les podría afectar alguna vez a ellos.
Pero lo hicieran o no, el caso es que está sucediendo. En el periodismo también se impone el mercado de la mano de obra barata. Es el periodismo deslocalizado, otro mal que sumar a una profesión que se ve sacudida permanentemente por los vaivenes de los tiempos y la rémora de sus propios errores.
James McPrherson, editor del diario digital “Pasadena Now” despidió a cinco de sus reporteros y los ha sustituido por periodistas de bajo coste made in India, que son capaces de escribirte la crónica de la política local, desde
No sé si McPherson es uno de esos editores que tiene por costumbre despotricar contra la invasión de Internet en los medios y la injerencia profesional del periodismo ciudadano en
Seguro que entonces Internet pasaría de ser el enemigo hostil donde se cobijan todos los horrores a la herramienta salvadora que hace rentables sus negocios.
Y eso, oiga, no me negará que tiene un atractivo que cautiva.
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