El dinero público, si es para rescatar a los bancos, está bien empleado. Pero, cuando se trata de aliviar la situación de las familias y las empresas en dificultades, a Javier Arenas le sale el neocon que lleva dentro y se opone. Con la que está cayendo.
Cuando Javier Arenas se quita la careta se comprende que no haya ganado ni una sola de las elecciones a las que se ha presentado en esta tierra. Es el político que mejor encarna la atávica figura del señorito andaluz, que tanta animadversión despierta entre los andaluces.
Lo que no me explico es cómo, con tan excepcional currículum, continúa siendo el líder de los populares andaluces. Igual es que no quieren ganar nunca.
15 diciembre 2008
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