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08 octubre 2008

Guillermo Gutiérrez, Vicepresidente de TUSSAM, el pacificador deseado

De alarmantes, cuando no otra cosa aún peor, se pueden calificar las declaraciones de Guillermo Gutiérrez, Vicepresidente de TUSSAM, la empresa de transportes urbanos de Sevilla, durante una entrevista concedida a Europa Press.

El señor Gutiérrez habla de una posible huelga en Feria, que ni está planteada ni convocada, a siete meses vista como si tal cosa. Máxime cuando de por medio hay unas elecciones sindicales en la empresa y la negociación de un convenio colectivo que se prevé difícil. A esto es a lo que yo llamo propiciar un clima de negociación adecuado. Pero, adivino donde los haya, Gutiérrez insta a la ciudadanía a “mostrarse firme” y resistir ante un conflicto fantasma. ¿A qué viene ahora con este cuento?

En sus palabras se vislumbra un irresistible deseo de que la huelga tome visos de realidad, exponiendo argumentos con matices provocativos por si alguien pica el anzuelo. Así, habla de que “es complicado que vuelva a hacerse” porque en la Feria ya estará operativa la línea 1 del metro y la lanzadera desde el aparcamiento del Charco de la Pava que gestionaba TUSSAM ha pasado a ser de concesión privada. Que me expliquen qué clase de gestor es este, que se jacta de que hayan privatizado un servicio que era gestionado por la empresa que él dirige.

Sus palabras son una continua incitación a la violencia, esa que tanto dice repudiar y perseguir. Instando a los sevillanos a posicionarse ante un conflicto inexistente, adelantándose  a unos hechos que están por suceder y provocando continuamente a los trabajadores, “que se van a pensar hacerlo de nuevo, porque la ciudadanía está cabreada”. Se le olvida a este ínclito demócrata que se está refiriendo a un derecho amparado por la Constitución y que soliviantar a los ciudadanos en contra del ejercicio de un derecho constitucional es una táctica peligrosa más propia de épocas pasadas, amén de una irresponsabilidad manifiesta.

Pero el culmen del despotismo se produce cuando intenta echar encima de los trabajadores y de la propia empresa que gestiona a los vecinos de la barriada Martínez Montañés. Hace recaer la culpa de que los autobuses no entren en la conflictiva barriada sobre los sindicatos. Nadie mejor que Gutiérrez conoce perfectamente cómo se generó y desarrollo esta situación, porque la empresa tiene todos los datos sobre la inseguridad manifiesta en que se encontraban los conductores y los propios vehículos cuando entraban en ella en tiempos pasados.

La afirmación de que considera “un insulto” hacia la gente del barrio la demanda sindical de que se garantice la integridad de los conductores es una flagrante provocación.

Si no existe inseguridad, ¿cómo se explica que la flamante línea 1 del metro o el cercanías no tengan ninguna parada en toda la barriada?, ¿para eso no son ciudadanos como los demás? ¿También son culpables el resto de operarios  públicos y privados de diferentes empresas de servicios que se niegan a entrar allí?

Sería más práctico sentarse a negociar y buscar soluciones efectivas para que se garantice la seguridad en la prestación del servicio y el derecho a la movilidad de todos los sevillanos. Pero ante la ineptitud, la solución más fácil es la provocación y el estancamiento del conflicto.

Hay responsables de grandes empresas, directivos de dudoso currículum, que incitan a la violencia, porque en el fondo son represores frustrados y la violencia es lo único que les permite justificar su carácter represor y su escasa aportación a la viabilidad de la compañía.

Guillermo Gutiérrez provoca porque tiene ganas de reprimir. Su gestión, sin ese pilar básico, se viene abajo irremisiblemente. Lo lleva en la sangre y necesita que los otros, los de enfrente, hagan algo inapropiado, cometan algún fallo, que justifique su represión posterior.

A Guillermo Gutiérrez le viene grande el poder, en el partido que le puso en el cargo lo saben. Pero es muy socorrido tener un perro de presa en un cortijo abandonado. Mientras se hable de conflicto, pasará desapercibida a la opinión pública la nefasta gestión empresarial que está llevando a la empresa a la más absoluta ruina.

Si yo fuera trabajador de TUSSAM estaría preocupado ante las actuaciones de este individuo, si fuera un ciudadano de Sevilla lo estaría aún más.

Lo malo es que soy trabajador de TUSSAM y sevillano. Y empiezo a estar francamente preocupado.

2 comentarios:

Enrique Soria Medina dijo...

Leo,consternado, como Tussam -abandonando su politica social con los usuarios-. deja sin bonobús gratuito a sevillanos,mayores de 65 años, por el "delito" de cobrar más de 1500 euros mensuales de pensión. El Alcalde, el Sr- Rodrigo T. y el Sr. G.Gutierrez saben que la economía familiar la estamos sosteniendo los mayores, pues la mayoría de nuestros hijos "disfrutan" de empleo precario o de un paro intermitente y de sueldos de miseria. Yo, como muchos jubilados podemos demostrar que casi la mitad de nuestra pensión debemos dedicarla a ayudar a nuestros hijos y a su familia; por lo que esos 1.500 euros se reducen a la mitad. ¿Y es justo que solo un 3% de pensionistas nos sintamos perjudicados por este injustificado corte de derechos adquiridos?.
Mientras, el Ayuntamiento derrama sus caudales públicos para ayudar a duquesas sandungueras, a conferenciantes (Al Gore) de 150.000 euros el "pelotazo" y a reforzar presupuestos expansivos de cofradías y organizaciones feriales o festivaleras, etc. etc.
La verdad es que no reconozco al PSOE de la década de los "setenta" en estos encochados y más que bien pagados politicos y anejos : antes con la pana y hoy con la moqueta.
Repasénse las cuentas, medítese nuestro problema y resuelvánlo: es el chocolate del loro.
Salúdole
E.Soria Medina. Sevilla,14/10/2008

Gregorio Verdugo dijo...

Enrique: Estamos dispuestos a salvarle el culo a bancos insensibles y avarciosos que han hecho de la codicia su política principal, pero luego no tenemos dinero para disminuir la pobreza en el mundo, o para que nuestros jubilados y mayores puedan desplazarse por su ciudad sin que esto les suponga un lastre a sus mermadas economías. La sociedad entera está sumergida en una crisis cuyas consecuencias son impredecibles y estos señores se dedican a aplicar tarifazos como jamás hubo en la historia de TUSSAM y movidas de humo que oculten una gestión nefasta y un despilfarro continuo.
Y te hablo de mi empresa, Enrique, porque yo trabajo allí a diario, y me tengo que resignar a que dilapide sin escrúpulos el patrimonio de todos los sevillanos y el esfuerzo del trabajo de tantos y tantos hombres y mujeres que se han dejado en TUSSAM si vida entera.
Un abrazo.