¡Bienvenid@s a la Carlos III!

Venga periodismo de última generación, venga nuevas tecnologías aplicadas a la información en los programas, venga libro de referencia publicado (en papel) intentando sentar cátedra. Pero cuando llega la hora de la verdad, un campus global en Internet infrautilizado, profesores que no cuelgan nada en red durante el curso completo, ni siquiera se molestan en contestar los correos electrónicos, y venga tirar de reprografía, que los alumnos se dejen la pasta en imprimir los materiales didácticos.
Da lo mismo el toner que se gaste, el papel y la energía desperdiciadas. El sistema es el sistema y poco importan las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías. Hay sillones que mejor no moverlos. Hacer parecer que las cosas cambian para que no cambie nada. Teorizar sobre el futuro para permanecer anclados para siempre en un presente acomodaticio.
Y a los recién llegados, ¡Bienvenidos a la Carlos III!.

Pero en un día como hoy, en plenos exámenes de septiembre y jornada de recepción a quienes van a hacer de la universidad su casa durante los próximos cuatro años, ni un aula de informática abierta en todo el campus. Sin posibilidad alguna de hacer una consulta en red o imprimir cualquier documento necesario para un trámite académico, un lamentable desastre.
Es necesario predicar más con el ejemplo, sobre todo el docente. Para pertrechar a los futuros periodistas contra el embate de las nuevas TIC en la profesión hay que hacerlo desde la base, desde quien tiene la responsabilidad de enseñar. Y con todas sus consecuencias, comenzando por aquellos profesores que todavía piensan que la enseñanza consiste en subirse a un estrado e impartir una lección académica que a duras penas convence a nadie.
Prediquemos con el ejemplo, que no nos vendría nada mal a todos.
¡Y os aseguro que me encanta mi universidad!