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22 agosto 2008

Una lección de ética periodística

“Al contrario de un acto terrorista o una guerra, un accidente no convierte a los muertos en cadáveres públicos. Los dos primeros son víctimas de la maldad de otros y su sufrimiento es el mayor testimonio necesario para el repudio y la condena. La sociedad debe ser consciente de ese dolor para reclamar justicia contra los asesinos y para reflexionar sobre su propia responsabilidad.”

“Todas las víctimas tienen derecho a la intimidad. Y todos los periodistas deberían saber y ser conscientes de dónde está el límite entre la información relevante, incluso para provocar la reflexión del público, y el sensacionalismo. No se evita sólo con la ausencia de vídeos y fotografías. El sensacionalismo está en las horas de programación sin nada que contar, en la redundancia de las preguntas a los deudos de los muertos y heridos más allá del retrato indispensable de los efectos de la tragedia.”

Son sólo dos extractos de un magistral artículo de Juan Varela en Soitu.es sobre la cobertura informativa del accidente de Barajas.

Ni que decir tiene que suscribo literalmente lo manifestado por el autor. Cuando se trata de guerras o de actos terroristas, la exposición sin tapujos de la masacre y del dolor que causa tiene una finalidad de concienciación de la opinión pública.

Un accidente, por muy terrible que sea, debe ser un acto de compunción íntimo y privado, ante el que sólo cabe la solidaridad y la exigencia de medidas eficaces que eviten su reproducción en el futuro.

Felicidades, Juan.

1 comentario:

enigmas PRESS / Gandica dijo...

Hay que revisar a fondo el desempeño de esta profesión, hay que reconducirla hacia sus más nobles orígenes....

Bueno no estoy muy de acuerdo con ese planteamiento. Más bien diría que hay que reconducirla hacia el periodismo genuino.

Eso de los orígenes me suena al periodismo inmoral de Truman Capote y del Ciudadano Kane.

Es hoy, cuando se han conseguido algunos Códigos de ética de periodista -que nadie los trabaja por supuesto-.

Y es hoy cuando algunos países han colegiado a los periodistas, aunque no sé si para bien o para mal y es hoy cuando existen escuelas de comunicación social. Que de hecho plantean y se estudian los códigos de ética...pero afuera están los dueños de los medios. Y eso ya es otra cosa.

Bueno cordial saludo. Buen post reflexivo. De hecho lo que planteas se da en todos los países. Es como si estuvieses hablando de Venezuela....