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08 mayo 2008

Símbolos

Siempre he dicho que para mí las banderas son unos símbolos esquivos. El valor que cada uno otorgue a un símbolo es siempre personal, pertenece al ámbito de lo individual y privado de cada persona. No estoy de acuerdo en imponer condiciones de colectividad a los símbolos, porque creo firmemente que no sirven de nada. El símbolo siempre conlleva la premisa de la aceptación de todos, y si esto no ocurre, no pasa nada, seguirá siendo símbolo para quienes lo aceptaron y no siéndolo para quienes lo rechazaron. Es la riqueza de la libertad individual.

No soy quién para decir qué respeto se merece un símbolo cuando es aceptado por una buena parte la ciudadanía por parte de quienes no lo conciben así. El respeto es de vital importancia en la democracia. Pero de todas maneras (aquí podría aplicarse aquello de que no desees para los demás lo que no te gustaría que te hiciesen a ti) me parece una exageración dos años de cárcel por no respetar una bandera, un simple símbolo a fin de cuentas. Desde el exceso indiscriminado no se impone el respeto, sino desde la tolerancia y el diálogo. Yo conozco muchos casos donde una vida humana, símbolo que debería ser universal por excelencia, cuesta muchísimo menos que quemar un trapo, por muy símbolo que sea.

Desconozco cómo aplica la justicia española aquella máxima de la adecuación y proporcionalidad de la pena, pero visto lo visto, parece que los criterios son bastante dispares. Es más razonable aportar argumentos, conocimiento, motivos para comprender, para que la realidad se plantee desde diferentes puntos de vista sin que ello suponga menoscabo al respeto debido a todos. Además, me parece que hay una infinidad de temas más importantes en los que reclamar respeto que la idoneidad de los colores que blande un determinado trozo de tela. Está claro que la imbecilidad no tiene límites ni fronteras.

La noticia a lo que viene a cuento todo esto; la condena a dos años de prisión a un joven de Terrassa (Barcelona) por descolgar la bandera española que ondeaba en el Ayuntamiento, que durante el forcejeo con la policía se rasgó unos diez centímetros.

Via | La Vanguardia

Un wiki sobre el tema aquí

Una página de solidaridad con el detenido con bastante información aquí

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Todas las banderas tienen algo en común: son solamente tela!
Desproporcionado el castigo por una tela.
Gracias por tu enorme ayuda!
Un beso

Anónimo dijo...

demasiadas telas lavadas con sangre y demasiadas telas escondiendo miserias.

Menos mal que somos civilizadísimos

beso

Gregorio Verdugo dijo...

El hombre es el único animal que conozco que es capaz de quitar una vida por una tontería. ¿Qué no seremos capaces de hacer por cosas mucho menos importantes?