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12 junio 2015

Una multitud saquea la oficina de una organización de derechos humanos en Chechenia

El pasado 3 de junio, un grupo de hombres enmascarados atacó la oficina del Grupo Móvil Conjunto (JMG, por sus siglas en inglés) —grupo de derechos humanos que desarrolla su labor en Chechenia— en Grozni, la capital chechena. Dos de sus integrantes se vieron obligados salir de la oficina por la ventana para huir de la turba violenta.

Sobre las 10.30 de la mañana de ese día, una multitud enfurecida rodeó la oficina de Grozni del JMG, organización que durante los últimos meses y años ha sido objeto de un hostigamiento constante por parte de las autoridades y de activistas progubernamentales por su valiente labor en defensa de los derechos humanos. El Grupo Móvil Conjunto agrupa a juristas y a miembros de organizaciones no gubernamentales de diferentes regiones rusas que documentan violaciones de derechos humanos cometidas en Chechenia y proporcionan asistencia letrada gratuita a las víctimas. 

Un grupo de hombres enmascarados utilizó palancas para destrozar un automóvil del Grupo que estaba aparcado en el exterior y acto seguido entró por la fuerza en el edificio. Rompieron la puerta e irrumpieron en la oficina. Algunos de ellos treparon hasta el balcón e intentaron romper la ventana mientras la multitud los jaleaba desde abajo. Dos miembros del personal, Albert Kuznetsov y Daniil Chendemirov, salieron por una ventana del otro lado del edificio. Los agresores saquearon la oficina y luego entraron en el apartamento del mismo piso, en el que residen algunos miembros del personal del JMG, contra su voluntad.

La policía no respondió a las reiteradas llamadas realizadas por el Grupo y por sus simpatizantes de fuera de Chechenia. Según testigos oculares, varios agentes de policía acudieron al lugar de los hechos, pero no intervinieron para detener el ataque. La organización de derechos humanos Centro Ruso de Derechos Humanos Memorial informó de que los agentes de investigación criminal no llegaron sino hasta alrededor de las 12 del mediodía.

Las autoridades chechenas habían anunciado la celebración de una reunión el 2 de junio para protestar contra la "guerra propagandística contra Rusia y Chechenia" que, según estas mismas autoridades, están librando los defensores y defensoras de los derechos humanos junto con medios de comunicación independientes, como Novaya Gazeta, Kommersant, la emisora de radio Eco de Moscú y la plataforma informativa Rusia Abierta. 

Kommersant y Rusia Abierta hicieron públicas recientemente unas acusaciones de corrupción y nepotismo graves en Chechenia. Novaya Gazeta y Eco de Moscú informan regularmente sobre las violaciones de derechos humanos cometidas en ese país. Repetidamente, las autoridades chechenas han ordenado a funcionarios públicos, estudiantes y otros civiles participar en manifestaciones multitudinarias contra los medios de comunicación independientes y contra el colectivo de defensores de los derechos humanos. El plan de celebrar la reunión el 2 de junio se modificó a última hora y en su lugar el día siguiente se llevó a cabo una concentración a las puertas de la oficina del JMG.

La oficina del Grupo en Grozni ya había sido atacada en diciembre de 2014. El día 13 de dicho mes, tuvo lugar en esa ciudad una manifestación en la que se desplegaron pancartas que acusaban a sus miembros de ser "simpatizantes del terrorismo". Más tarde, ese mismo día, la oficina fue destruida en un incendio aparentemente provocado. 

Al día siguiente, la policía chechena entró en el apartamento alquilado por el Grupo en dicha ciudad y, sin ofrecer ninguna explicación ni mostrar una orden judicial de registro a los dos miembros del personal allí presentes, Sergei Babinets y Dmitry Dimitriev, saquearon el edificio, confiscaron teléfonos móviles, varias cámaras de fotos, ordenadores portátiles y otros equipos electrónicos. También los sometieron a registros corporales e inspeccionaron su automóvil. La policía los mantuvo recluidos durante varias horas antes de ponerlos en libertad sin cargos.

Desde diciembre, la situación de los defensores y defensoras de los derechos humanos y del colectivo de periodistas que trabajan en Chechenia ha empeorado. Se ha incrementado la presión sobre los profesionales del periodismo y las personalidades locales, y los periodistas independientes han recibido amenazas.

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