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08 julio 2014

Activista iraní de los derechos humanos en huelga de hambre

Latif Hasani es un activista de los derechos humanos perteneciente a la minoría azerbaiyana de Irán que cumple una condena de nueve años de prisión. Latif está en huelga de hambre desde el 18 de mayo como protesta por el trato que reciben los presos políticos en su país. 

Ese día, Latif  se declaró en huelga de hambre "húmeda" —tomar agua, pero no alimentos— como protesta por el trato que reciben los presos políticos en Irán y por el rechazo de su solicitud de traslado de la prisión central de Tabriz, en el noroeste de Irán, a otra más próxima a la localidad donde vive su familia, Karaj, al noroeste de Teherán.

Diez días más tarde fue trasladado a la prisión de Evin, en Teherán, y poco después, a la de Raja’i Shahr, en Karaj, donde se halla recluido en la actualidad, en un ala en la que hay también delincuentes violentos.

Latif ha dicho que continuará en huelga de hambre hasta que lo trasladen al ala de presos políticos. Está mal de salud a causa de la huelga, que posiblemente haya exacerbado dolencias que ya tenía, como arritmias —para las que toma medicación—, hipotensión severa y dolores de estómago.

Él y cuatro hombres más fueron detenidos entre enero y marzo de 2013. Mahmoud Fazli, Behboud Gholizadeh, Shahram Radmehr, Ayat Mehr-Ali Beyglou y Latif Hasani, todos ellos azerbaiyanos y miembros del Consejo Central de Yeni Gamoh, organización radicada en Irán que defiende los derechos políticos y culturales azerbaiyanos (túrquicos), fueron condenados a nueve años de prisión en abril de 2013.

Tras su detención, los cinco estuvieron recluidos en régimen de incomunicación y fueron trasladados luego a la prisión central de Tabriz. No se les permitió comunicarse con un abogado hasta una semana antes del juicio. Un familiar de uno de los cinco contó que habían sido torturados o sometidos a otros malos tratos bajo custodia del Ministerio de Información.

El 29 de abril de 2013, la Sección 3 del Tribunal Revolucionario de Tabriz los condenó a ocho años de prisión por "formar un grupo ilegal [Yeni Gamoh] con intención de dañar la seguridad nacional" y a un año más por "difundir propaganda contra el sistema", es decir, a nueve años en total a cada uno.

Ayat Mehr-Ali Beyglou había estado ya en huelga de hambre anteriormente, del 15 de abril al 21 de mayo de 2014, como protesta por el trato dispensado a los presos políticos, incluidos la negativa a concederles permisos carcelarios y el hostigamiento a sus familiares. 

Puso fin a la huelga tras acceder las autoridades penitenciarias a trasladarlo de la prisión central de Tabriz a otra más próxima a su casa, en Sofian, localidad situada al norte Tabriz, en el noroeste de Irán. Shahram Radmehr sufre dolores de estómago, cálculos renales y dolor de rodilla, por lo que le cuesta sentarse y caminar.

Los cinco se declararon en huelga de hambre el 12 de julio de 2013 para protestar por sus condenas de nueve años, que el Tribunal de Apelación había confirmado el mes anterior, concretamente el 13 de junio de 2013.

Las autoridades penitenciarias los trasladaron a todos a la prisión de Raja’i Shahr el 25 de julio de 2013, posiblemente como represalia por su huelga de hambre. Tres días después, el 28 de julio, trasladaron a Shahram Radmehr y a Mahmoud Fazli al centro médico de la prisión de Raja’I Shahr, por haberse agravado su estado de salud como consecuencia de la huelga de hambre. Los otros tres fueron trasladados de nuevo a la prisión central de Tabriz tres meses después, en octubre de 2013.

Latif Hasani, Shahram Radmehr y Ayat Mehr-Ali Beyglou habían sido detenidos ya anteriormente, en mayo de 2010, y llevados a la prisión central de Tabriz. Los dos primeros pasaron siete meses recluidos en régimen de aislamiento, cuando aseguran que sufrieron tortura u otros malos tratos.

Durante uno de los muchos interrogatorios a los que fue sometido por el Ministerio de Información, Shahram Radmehr perdió el conocimiento y pasó al menos tres días en un hospital administrado por la Guardia Revolucionaria fuera de la prisión.

Los azerbaiyanos iraníes, que constituyen la mayor minoría de Irán, hablan una lengua túrquica y son en su mayoría musulmanes chiíes. Viven principalmente en el norte y el noroeste del país y en Teherán.

Aunque están en general bien integrados en la sociedad iraní, en los últimos años miembros de su comunidad han venido reivindicando cada vez más derechos culturales y lingüísticos, incluido el derecho a la educación en turco azerbaiyano, que no está reconocido como lengua oficial en Irán. Las autoridades iraníes ven con recelo a quienes intentan promover la identidad cultural y los derechos lingüísticos azerbaiyanos.

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