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19 julio 2012

Policías que dejan de pegar por un puñado de miles de euros


Mucho se está hablando en estos días sobre la actuación de la policía ante las manifestaciones de protesta por las medidas restrictivas que está tomando el Gobierno de Mariano Rajoy. El viejo refrán se ha hecho carne y los defensores del orden han puesto sus barbas a remojar al ver cómo rapaban las del vecino.

Han suscitado cierta expectación hechos como que los policías de la UIP se despojaran de sus cascos de la guerra de las galaxias  ante la presencia de compañeros que integraban una protesta de funcionarios o que dejaran transcurrir una manifestación de sus compañeros por todo el centro de Madrid, cortando el tráfico allá por donde pasaban, sin que intervinieran ni una sola vez y sin que se produjera ni un solo incidente.

Qué decir sobre el hecho del misterioso sabotaje de casi 100 furgones policiales que han aparecido como por ensalmo con todas sus ruedas pinchadas o inutilizadas, o declaraciones como las recogidas en este artículo por parte de los representantes sindicales del colectivo policial.

Sobre todo cuando permanecen frescas todavía en nuestras retinas las imágenes de las actuaciones policiales en la protesta de los estudiantes valencianos o en cualquiera de las convocatorias del Movimiento 15M que, por una u otra razón, han acabado en enfrentamientos con las fuerzas policiales.

Como yo, de natural, sufro una cierta alergia a ese tipo de individuos que suele acudir uniformado y ataviado de porra y casco a las manifestaciones, y no precisamente a mostrar su descontento con las actuaciones gubernamentales, me tomo este tipo de hechos ciertamente esperanzadores con bastante moderación.

Porque si hago una interpretación literal de los mismos, conforme al comportamiento que históricamente viene siendo habitual de este tipo de fuerzas de contención, no me queda otra que llegar a la conclusión de que han decidido dejar de pegar no por convencimiento propio o porque han decidido unilateralmente alinearse en contra de la injusticia. No.

Si han dejado o piensan dejar de hacerlo es, sencillamente, porque les han rebajado el sueldo y les han birlado una paga, igual que miserablemente nos están birlando al resto el futuro. Es decir, dejan de pegarnos sólo por un puñado de miles de euros, nada más. Si los obtuvieran de la forma que sea, su actuación probablemente volvería a ser la misma independientemente de que la injusticia continuara campando a sus anchas por el predio patrio.

Aún así, bienvenidos todos aquellos que de alguna manera y por el motivo que sea se oponen a la salvajada que este gobierno y también el anterior están cometiendo con este país. En el sentido estricto del término, nos encontramos ante unos traidores que venden el país y su soberanía con tal de mantener un sistema que les permite seguir gozando de sus privilegios intocables. Eso sí, les pido lo mismo que les ha pedido Don Ricardo en su impecable reflexión de hoy.

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